El partido del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, tendrá la primera minoría en el nuevo Parlamento nacional, pero necesitará aliados para formar gobierno. Según los primeros bocas de urna, el Bloque Petro Poroshenko obtuvo entre un 22 y un 23 por ciento de los votos, mientras que el Frente Popular del actual primer ministro, Arseni Yatseniuk, rondaba entre un apoyo del 19 y el 21 por ciento. Los primeros cuatro sondeos de bocas de urnas difundidos por la televisión ucraniana demostraron que la mayoría de los votantes había optado por partidos que, pese a sus diferencias, coinciden en que el país debe acercarse y hasta integrarse a la Unión Europea (UE) y distanciarse de Rusia y del pasado soviético.

Las elecciones estuvieron marcadas por la tensión entre la ambición de Kiev de conseguir una mayoría legislativa europeísta y las milicias separatistas prorrusas que volvieron a boicotear los comicios nacionales en el este del país. En tercer lugar quedó Samopomich, el partido del intendente de Lviv, principal ciudad del oeste y uno de los bastiones del sector europeísta: obtuvo entre 11 y 14 por ciento. Más abajo quedaron el Partido Radical y Svoboda, dos fuerzas que defienden posiciones más extremistas y en algunos casos con tendencias neonazis. El primero obtuvo entre un 7 y un 10 por ciento, el segundo entre un 5 y un 6 por ciento. La ex primer ministra, Yulia Timochenko, quedó relegada con un 5 por ciento. Todas estas fuerzas apoyaron y participaron en alguna medida del movimiento de cientos de miles de militantes y simpatizantes proeuropeos y ultranacionalistas que derrocaran al gobierno prorruso del presidente Viktor Yanukovich hace ocho meses. Después de la interrupción del orden democrático, los ucranianos fueron convocados en mayo a elecciones presidenciales anticipadas, que no generaron ningún tipo de movilización popular y ayer, nuevamente, para elegir al nuevo Parlamento.

Tras conocerse los primeros bocas de urna, Poroshenko adelantó que invitará a todas las fuerzas que participaron del levantamiento de febrero a formar un nuevo gobierno. Ya lo había adelantado antes de emitir su voto en Kiev. “Espero ser capaz de formar una fuerte coalición europeísta, ucraniana y democrática. Estoy seguro de que tendremos un nuevo gobierno, una nueva coalición y un nuevo Parlamento”, señaló el mandatario.

Confiado en encontrar aliados en la próxima asamblea legislativa, el presidente se apuró a anunciar que tiene preparado un proyecto de coalición y un programa, cuyo objetivo es que Ucrania esté preparada para solicitar el ingreso en la UE en 2020. Pese a que los resultados permiten aventurar cuál será la composición del nuevo Parlamento, la distribución final es difícil de pronosticar, ya que se basa en un sistema dual, en el que la mitad de las bancas es elegida a nivel nacional por listas partidarias y la otra mitad por candidaturas unidistritales, que pueden o no pertenecer a un partido (los bocas de urna sólo permiten pronosticar los resultados sobre 225 de las 450 bancas en juego).

La Comisión Electoral Central (CEC) informó que más del 30 por ciento de los cerca de 37 millones de ucranianos habilitados para votar lo hicieron sin problemas. Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europea (OSCE) también coincidieron en que la jornada se desarrolló sin problemas.

La única excepción –destacaron– fueron Donetsk y Lugansk, provincias del este en las que en abril un grupo de milicias separatistas tomó el poder regional casi sin disparar un tiro y luego intentó sin éxito unirse a la vecina Federación Rusa, como lo había hecho la Península de Crimea. “De las 21 circunscripciones de la región de Donetsk, en seis está garantizada la votación en todos los colegios; en seis, sólo parcialmente, y en otros nueve, es imposible”, informó la CEC en un comunicado. Menos de la mitad de los más de 5 millones de electores en esas dos provincias tuvieron la posibilidad de votar.