Maestros y estudiantes que se manifestaban en demanda de la aparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa incendiaron ayer la sede del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Chilpancingo, capital del estado mexicano de Guerrero. Luego del hecho, llegaron unos 200 policías antimotines con escudos y cascos, que persiguieron a los más de dos mil manifestantes para dispersarlos. El PRI llama a cerrar filas contra la violencia. En tanto, el procurador general de México, Jesús Murillo Karam, y los padres de los jóvenes desaparecidos instalaron una comisión de seguimiento, según afirmó un portavoz de las familias.

Los manifestantes llevaban piedras, palos y petardos y la policía les respondió con gases lacrimógenos. Un periodista que cubría el enfrentamiento resultó lesionado por una pedrada. En la manifestación, convocada en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa, estudiantes y maestros de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) marcharon del centro de Chilpancingo a Ciudad Universitaria.

El dirigente del PRI en Guerrero, Cuauhtémoc Salgado, quien tiene su despacho en el edificio atacado, explicó a Milenio Televisión que llegaron unas 400 o 500 personas a atacar la sede del partido, en la que había 60 trabajadores que pudieron salir de las instalaciones. La policía antidisturbios de Guerrero intervino para frenar los destrozos, lo que causó un enfrentamiento con los miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg).

Para contener la protesta, un grupo de agentes antimotines llegó al lugar. Los policías trataban de negociar el ingreso del Cuerpo de Bomberos, sin embargo fueron recibidos con palos y piedras. En medio del conflicto, los policías respondieron con proyectiles. También lanzaron gases para dispersar a los manifestantes cuando la protesta comenzó a crecer en violencia. Según informaciones publicadas por la prensa local, se produjeron varios heridos, aunque todavía no hay confirmación oficial sobre el número ni la gravedad de los mismos, pero sí se han visto ambulancias en la zona.

Los maestros están acampando en la plaza central de Guerrero desde que se produjo la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala. Los maestros, que desde hace semanas acampan en el Zócalo o plaza central de la capital de Guerrero, vienen protagonizando numerosas protestas con acciones pacíficas y también ataques como el de ayer.

El presidente del PRI, César Camacho, hizo un llamado a la sociedad para que junto con las autoridades se cierre el paso a la violencia, en clara referencia a lo ocurrido en Iguala. “Cerremos el paso a la violencia, cerremos el paso a una especie de cizaña mal sembrada y clausuremos toda posibilidad de división en las filas de mexicanos de bien”, aseveró.

Al inaugurar el Congreso Internacional Sociedad Civil y Partidos Políticos, Camacho sugirió que sean las autoridades junto con las organizaciones y personas que estén en posibilidad de hacerlo quienes esclarezcan por completo lo ocurrido en Iguala. “Aseguremos que se haga Justicia, así, sin encono de división interna, cortemos las raíces de esta especie de hiedra de la criminalidad que por momentos amenaza imbricarse a nuestra vida pública”, advirtió.

El dirigente partidista dijo que se deben usar los instrumentos de la Justicia para poner freno a la inseguridad que existe para restablecer la confianza, el tejido social y el camino de la prosperidad.

Por otra parte, la cita entre Murillo Karam y las familias es la segunda que se realiza desde el viernes, cuando la Procuraduría informó que sicarios detenidos confesaron que los estudiantes habían sido asesinados y calcinados por un grupo criminal, en alianza con policías.

No obstante, los familiares rechazaron la versión de que sus hijos puedan estar muertos. Murillo Karam señaló que hay “indicios muy fuertes” en ese sentido, pero que no se podrá confirmar plenamente esta versión hasta que haya una identificación de los restos.

La comisión mixta tiene la finalidad de establecer “mecanismos ágiles” para proporcionar información directa, por parte del gobierno y la fiscalía, a las familias, estudiantes, abogados y representantes de organizaciones civiles que coadyuvan en las investigaciones. “Esperamos que nos den nuevas informaciones y se va a instalar la comisión mixta que se pactó en la reunión en Los Pinos”, dijo Felipe de la Cruz, padre de uno de los normalistas.

Peña Nieto recibió en la residencia de Los Pinos el 29 de octubre durante casi cinco horas a familiares de los estudiantes. Al término de la reunión se anunció un acuerdo de diez puntos que contempla establecer una comisión de seguimiento e información.