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A bordo del avión que lo regresaba al Vaticano, el Papa denunció ayer lo que definió como “colonización ideológica” de los pueblos, la imposición de ciertas ideas, y puso como ejemplo la difusión de la teoría del género. Francisco había ya hablado de esa filosofía, que entiende que lo masculino o lo femenino lo determina el individuo y no la biología, durante una homilía en el encuentro que mantuvo con familias en el Mall of Asia de Manila, durante el viaje a Filipinas del que ayer regresó.

“Entran en un pueblo con una idea y que nada tiene que ver con ese pueblo y así colonizan el pueblo con una idea con la que quieren cambiar una mentalidad o una estructura”, explicó. Francisco contó que, hace 20 años, una ministra de la Instrucción Pública argentina había pedido una donación importante para construir escuelas para pobres, pero quien se la iba a otorgar puso la condición de que en las escuelas hubiese un libro para los niños. Ese era un libro, “bien preparado didácticamente, pero donde se enseñaba la teoría del ‘gender’”, dijo. “Esta mujer necesitaba el dinero, pero ésa era la condición y –lista ella– dijo que sí, pero después compró otro libro y les dio los dos” a los alumnos.

Durante el Sínodo extraordinario de la familia, celebrado en octubre pasado en el Vaticano, recordó Francisco, los obispos africanos se quejaron de esta influencia de los defensores de esa teoría. Algunos denunciaron las presiones de algunas organizaciones internacionales, que prometían a los estados ayuda a cambio de cambiar algunas legislaciones en materia, por ejemplo, de homosexualidad.

“Yo lo llamo colonización ideológica, porque se aprovechan de las necesidades de un pueblo y de la oportunidad de entrar para hacerse fuertes y también se aprovechan de los niños”, agregó. Francisco consideró que eso no es una novedad, pues “lo mismo hicieron los dictadores del siglo pasado, que introdujeron sus doctrinas, y sólo hay que recordar los Barilla (jóvenes fascistas italianos) o las juventudes hitlerianas”.

“Los pueblos no tienen que perder su libertad. Cada pueblo tiene su cultura y su historia, pero luego los imperios colonizadores vienen con sus condiciones impuestas e intentar hacer perder al pueblo su identidad”, opinó. El pontífice argentino aprovechó la ocasión para defender una globalización “poliédrica”, para que “cada pueblo conserve su identidad”.

Francisco también aseguró ayer que la corrupción es un problema mundial y que los gobiernos corruptos roban al pueblo y a los pobres. Para el Papa “la corrupción es quitarle al pueblo. La persona corrupta que hace negocios corruptos o que gobierna de forma corrupta roba al pobre. Las víctimas son los pobres”. El pontífice explicó que “la corrupción está a la orden del día” y que anida fácilmente en las instituciones, ya que éstas están más ramificadas y tienen muchos cargos”.

“Cualquier institución puede caer en esto”, aseguró Jorge Bergoglio a los periodistas que lo acompañaban en el vuelo. Bergoglio contó un hecho, ya conocido, de cuando fue nombrado obispo de Flores en 1994 y unos empleados de un ministerio le prometieron 400.000 euros en fondos si les daba después la mitad. “Ahora qué hago, o les insulto y les doy una patada donde no llega el sol o me hago el tonto”, contó Jorge Bergoglio, quien explicó que finalmente prefirió hacerse el tonto y decirles que necesitarían un recibo del pago, y acabaron marchándose.

El papa Francisco apeló también a una “paternidad responsable” y dijo a los cronistas acreditados en el vuelo papal: “Algunos creen, perdonen la expresión, que para ser bueno y católico tenemos que ser como conejos”.

Francisco respondió así a una pregunta sobre la controversia en Filipinas respecto de los problemas del control de natalidad y el uso de anticonceptivos, que la Iglesia Católica no admite. Sobre la media de hijos por mujer, el Papa explicó que los técnicos aconsejan que la media “sea tres por familia”, para mantener la población.