El Congreso de Brasil renovó ayer sus bancas. Los 513 diputados que integran la nueva legislatura de la Cámara de Diputados asumieron sus mandatos en una ceremonia en la que sólo 198 legisladores, un 38,6 por ciento del total, tomaron posesión por primera vez. Los 27 senadores elegidos en los comicios generales brasileños de octubre tomaron posesión de sus cargos en la cámara alta, de un total de 81 escaños. Brasil tendrá ahora una representación más fragmentada y un perfil más conservador en asuntos sociales, y liberal en materia económica.

La mayor bancada de la cámara alta continúa en manos del principal aliado del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), con 19 senadores. En segundo lugar figura el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), con 12 senadores, y en tercer lugar aparece el principal opositor del gobierno, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con 10 legisladores.

El Senado de Brasil reeligió ayer como su presidente por los próximos dos años a Renán Calheiros, mencionado en escándalos en los últimos años y que en 2007 renunció al mismo cargo en medio de un proceso judicial iniciado en su contra por corrupción. Calheiros, senador por el estado de Alagoas, tuvo 49 votos contra 31 de Luiz Henrique da Silveira, su único adversario por la titularidad de la cámara alta. Tanto Ca-lheiros como Da Silveira pertenecen al PMDB, la mayor fuera electoral del país y la primera minoría en el Senado.

El inicio de la 55º legislatura del Congreso se produce un mes después de que la presidenta Rou-sseff, reelegida en octubre, iniciara su segundo mandato de cuatro años. Aunque no mantiene la amplia mayoría en Senadores y Diputados que le permitió gobernar sin dificultades en su primer mandato, la mandataria petista contará con apoyo mayoritario en ambas cámaras. El PT se mantuvo como primera minoría en la cámara baja pese a que su número de diputados cayó de 88 en la legislatura pasada a 69 en la que asumió ayer. El PMDB se mantuvo como la segunda mayor formación pese a que su número de legisladores también mermó de 71 a 65. Como tercera fuerza se consolidó el PSDB, formación que postuló a Aécio Neves a la presidencia, que ahora cuenta con 54 diputados frente a los 44 que tenía en la pasada legislatura.

Según estadísticas del Congreso, los diputados federales que asumieron ayer sus cargos en la cámara baja de Brasil son mayoritariamente hombres, blancos y conservadores. Datos oficiales de la Agencia Cámara de Noticias indican que 462 del total de 513 diputados federales –el 90 por ciento– son hombres, y sólo 51 son mujeres, seis más que las elegidas en las elecciones de 2010. Esa proporción se contrapone a la de la población brasileña, en la que existe una relación de 96 hombres por cada 100 mujeres, un total de casi cuatro millones más de mujeres que de hombres, según datos del Censo Demográfico realizado en 2010.

La gran mayoría de los legisladores tiene formación universitaria (410) y sus edades van de los 51 a los 60 años (187). Aunque los negros son mayoría en la población brasileña, como sucede con la representación por género, también existen diferencias entre la proporción de legisladores y la de la población del país: en la nueva cámara predominan los blancos (80,1 por ciento), el 15,8 son mulatos y el 4,1 por ciento son negros. Según el censo de 2010, del total de la población brasileña –que entonces era de 191 millones de personas pero hoy supera levemente los 200 millones– el 47,7 por ciento son blancos, el 43,1 por ciento son mulatos y el 7,6 por ciento son negros.

Del total de 28 fuerzas con representación parlamentaria en la Legislatura que se inicia, buena parte tiene perfil conservador, con legisladores que defienden la baja de la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años y se expresan contrarios al matrimonio entre personas del mismo sexo, la legalización del aborto y de la marihuana. Según la sexta edición del estudio Radiografía del Nuevo Congreso, realizada por el Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (DIAP), la cámara es más liberal en lo económico y más conservadora en lo social, está atrasada en la defensa de los derechos humanos y es conservadora en temas de medio ambiente.

La mayoría de los 198 diputados que conquistaron su primer mandato en los comicios de octubre son millonarios o adinerados, religiosos (en especial evangélicos), policías, animadores de programas televisivos populares, celebridades ajenas a la política y familiares de políticos. Además, se redujo de 83 a 50 el número de legisladores que defienden a la clase trabajadora, la llamada bancada sindical.