Bolivia donó trece toneladas de agua embotellada al norte chileno afectado por temporales, pero una leyenda escrita en el saco del ministro boliviano que hizo la entrega, en la que se afirma “El mar es de Bolivia”, disparó la polémica. Chile agradeció la ayuda de su vecino, pero protestó por el perfil político de la donación plasmado por el ministro de Defensa boliviano, Jorge Ledezma, quien entregó el agua en la ciudad de Copiapó, 800 kilómetros al norte de Santiago, la región más afectada por los temporales de lluvia que azotaron a esa zona del árido norte chileno y dejaron hasta ahora 18 muertos y 49 desaparecidos. Sin relaciones diplomáticas desde 1978, ambos países mantienen un litigio en la Corte Internacional de La Haya por la salida al mar que Bolivia perdió a manos de Chile en una guerra librada a fines del siglo XIX. El presidente Evo Morales decidió remover de su cargo a Ledezma.

Cuando entregó la ayuda, Ledezma llevaba en la solapa de su saco una insignia que provocó la molestia de las autoridades chilenas. “Quisiera decir en forma clara que la tragedia y el dolor de la catástrofe en el norte no se deben utilizar para propósitos políticos de la campaña comunicacional boliviana”, reclamó el canciller chileno, Heraldo Muñoz. Y agregó que el agua nunca sobra, especialmente en estos momentos de tragedia en el norte de nuestro país. De inmediato, el Senado chileno aprobó por unanimidad un proyecto de rechazo al uso propagandístico de la ayuda de parte de Bolivia, aprovechando una desgracia.