La actividad de la construcción anotó una expansión del 8,3 por ciento en febrero respecto del mismo mes del año pasado, al tiempo que computó un crecimiento del 3,8 por ciento en lo que va del año, según lo informó ayer el Indec. La edificación de viviendas particulares, gracias al impulso del plan de créditos Pro.Cre.Ar, los proyectos petroleros y las obras de infraestructura estatal fueron los bloques que explicaron el incremento de los negocios del sector. Los despachos de cemento al mercado interno anotaron el mayor aumento de los últimos dos años, mientras que el empleo registrado se ubicó en el nivel más elevado desde 2011. “La construcción es una actividad procíclica. ¿Qué significa? Que si el sector crece mucho, lo que también está pasando es que el resto de la economía se está moviendo”, dijeron a este diario en el Ministerio de Economía, para reafirmar perspectivas de recomposición económica en los próximos meses.

En 2014, la construcción había caído 0,4 por ciento contra 2013. En el inicio de 2015 anotó una suba del 3,8 frente al primer bimestre del año pasado. La edificación de viviendas particulares fue uno de los segmentos de mejor desempeño en febrero, al avanzar 8,2 por ciento interanual. La apuesta del Gobierno para financiar con créditos baratos y a largo plazo la edificación de hogares fue central para explicar esta expansión. La iniciativa apunta además a recuperar el crédito hipotecario para sectores formales de la sociedad con ingresos medios y bajos, cuando en los últimos años el sistema bancario se mostró reticente a impulsar el financiamiento hipotecario para los segmentos medios de la población.

La reparación y ampliación de establecimientos productivos también anotó una recomposición de los negocios, con un crecimiento del 6,9 por ciento. Este dato no resulta menor porque implica una mayor inversión del sector privado, tras la estabilización de las variables financieras (dólar, reservas y tasa de interés) y la moderación del proceso inflacionario.

“El crecimiento de la construcción responde al volumen de excedentes que se genera en la economía. Cuanto más excedentes hay es porque la actividad marcha mejor, la inversión en construcción va en aumento, puesto que es un activo rentable donde destinar los pesos”, subrayaron en el Palacio de Hacienda. La perspectiva del Gobierno es que en los próximos meses las industrias que dirigen su producción al mercado interno también registren recomposición de la actividad gracias al mayor volumen de consumo.

Otro de los bloques que anotó una buena performance fue el de obras petroleras, al computar un alza del 11,3 por ciento, producto del impulso de las inversiones de YPF. La empresa tiene un ambicioso plan de obras para acelerar la recuperación del autoabastecimiento energético, el cual se perdió la década pasada.

En lo que se refiere al esfuerzo del Estado en infraestructura, se observó que la obra vial avanzó en febrero 2,9 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, mientras que el bloque de otras obras de infraestructura anotó un alza del 9,4 por ciento interanual. El gasto del sector público en edificaciones es uno de los elementos que explican el repunte de la construcción, que pasó de caer al 5 por ciento en febrero del año pasado a anotar una expansión de más del 8 por ciento en 2015.

El impulso de la inversión pública y privada repercutió en las ventas de insumos para la construcción. Los despachos de cemento anotaron una suba del 12,9 por ciento en febrero, mientras que los de asfalto lo hicieron al 15,1 por ciento; pinturas, al 12,6 por ciento; pisos, al 9,3, y ladrillos, al 8,9. A diferencia de este desempeño, hierro redondo marcó una contracción del 7,7 por ciento, para registrar la única caída entre las materias primas del sector.

El empleo registrado de la construcción marcó 419.014 trabajadores en el cuarto trimestre de 2014, cuando sumaban 411.597 individuos en el trimestre anterior y 417.975 personas en el mismo trimestre de 2013. Las cifras de puestos de trabajo registrados del sector adquieren relevancia porque se ubicaron en los niveles más elevados desde 2011, cuando la economía crecía a tasas cercanas al 8 por ciento. En el cuarto trimestre de 2005, cuando la economía comenzaba a recuperarse de la crisis de la convertibilidad, los empleados formales de la construcción eran 321.860 individuos, unas 96.115 personas menos que a fines de 2014.