EL MUNDO › ENTRENARAN MAS TROPAS Y ACELERAN LA BUSQUEDA DE SADDAM HUSSEIN
El miedo que invade a los okupas
Después de una semana de atentados en alza en Irak, Estados Unidos reasignó fuerzas a la intensificación de la seguridad y a la persecución de Saddam Hussein. Algunos predicen una reducción drástica de la presencia de EE.UU. en tres a seis meses.
Por Raymond Whitaker y Patrick Cockburn *
Desde Londres y Bagdad
Oficiales de inteligencia y militares están siendo extraídos de una busca de armas de destrucción masiva que está probándose crecientemente fútil en Irak y reasignados a lidiar con una situación de seguridad que empeora –y que causó dos nuevas bajas fatales norteamericanas ayer–. Mientras una bomba en el costado de una ruta mataba a dos soldados estadounidenses ayer, y un oleoducto cercano a Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein, estallaba en llamas, Paul Bremer, el procónsul norteamericano en Irak, anunció que se aceleraría el entrenamiento de soldados y policías iraquíes. Bremer agregó que creía que Saddam todavía estaba en Irak y que su captura o liquidación era una prioridad. En Washington hay crecientes especulaciones de que el ex dictador no está eludiendo meramente a las fuerzas de ocupación, sino que está teniendo un rol activo en dirigir la insurgencia contra ellas.
Muchos comercios estaban cerrados y los niños de edad escolar permanecieron en sus hogares ayer en Bagdad por el hecho de que volantes que advertían de un “día de resistencia” crearan temores de ataques similares a los atentados de comienzos de esta semana, que tuvieron como blancos la Cruz Roja y comisarías en la capital, matando a más de 30 iraquíes. El comandante de las fuerzas de ocupación, teniente general Ricardo Sánchez, dijo que no creía que la situación de seguridad fuera un fracaso, pero hay críticas crecientes a la incapacidad de las autoridades ocupantes en prevenir un brote de atentados que ha alejado a las agencias de ayuda humanitaria y determinado que las Naciones Unidas retiren todo su personal internacional de Bagdad. El presidente Bush insistió en su mensaje radial semanal ayer que el brote de violencia no expulsaría a las fuerzas ocupantes. “Abandonar Irak en forma prematura solamente alentaría a los terroristas y aumentaría el peligro para Estados Unidos. Estamos decididos a permanecer, a combatir y a ganar.”
Sin embargo, los críticos piensan que el fracaso de Washington en trazar un plan para la ocupación está creando un vacío en que están entrando elementos extranjeros, la misma situación que la invasión estaba diseñada para prevenir. Una fuente de inteligencia estadounidense dijo al Jane’s Intelligence Digest: “Si Al-Qaida no estaba operando en Irak bajo Saddam, ciertamente está haciéndolo ahora”.
Como la Administración Bush afirma que lo que se está necesitando en Irak no son más tropas sino mejor inteligencia, la filtración esta semana de un informe interno del ejército altamente crítico ha sido un motivo de embarazo para la Casa Blanca. El informe decía que los oficiales de inteligencia y soldados más jóvenes estaban mal preparados y tenían “de muy poca a ninguna capacidad de análisis”. Hay una gran escasez de intérpretes, y el informe se queja de que a menudo son usados para hacer pequeños mandados, como ser enviados “a comprar pollo y gaseosas”.
Estos problemas complican la tarea de penetrar una sociedad que fuera de las grandes ciudades es tribal, con intensas lealtades según el pueblo, el distrito o la familia. Las traiciones llevan a hechos de sangre y asesinatos: en un caso, un campesino fue forzado a matar a su propio hijo por actuar como informante de los norteamericanos; si no lo hacía, los habitantes de la aldea iban a matar a toda la familia.
La solución provisoria ha sido distraer recursos de la cacería por las armas de destrucción masiva a tareas de contrainsurgencia, pero con el año electoral que se le viene encima, EE.UU. quiere delegar responsabilidad en los iraquíes tan pronto como sea posible... Ivo Daalder, un ex integrante del Consejo de Seguridad Nacional de Bill Clinton y que ahora revista en la Brookings Institution, el principal think-tank demócrata en Washington, predijo la semana pasada que la presencia estadounidense en Irak sería drásticamente reducida dentro de los próximos tres a seis meses.
Bremer dijo ayer que el tamaño de la Fuerza de Defensa Civil Iraquí sería duplicado en marzo. El objetivo es disponer de más de 200.000 tropas iraquíes de seguridad para septiembre. Como parte del plan para acelerar el entrenamiento del ejército, se organizarán y entrenarán 27 batallones el año próximo en lugar de los dos que se preveía.
* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.