Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron ayer un nuevo alto el fuego unilateral de un mes para bajar la intensidad del conflicto y oxigenar los diálogos de paz. La decisión del grupo insurgente fue la respuesta al pedido de un “desaceleramiento urgente” efectuado el martes por los garantes del proceso, y pese a que el gobierno aceptó la tregua, pidió mayor compromiso para acelerar las conversaciones en La Habana.

El número dos de las FARC, Iván Márquez, alias Luciano Marín Arango, leyó la declaración ayer en la capital cubana. “Recogiendo el espíritu del llamado de los garantes del proceso, Cuba y Noruega, de los acompañantes del mismo, Venezuela y Chile, anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, por un mes”, señaló.

“Con esta decisión, buscamos generar condiciones favorables para avanzar con el gobierno colombiano en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo”, dijo Márquez. “Vinimos a Cuba a alcanzar un acuerdo de paz, a poner fin a una guerra que sobrepasa el medio siglo. Nada puede complacernos más que acabar definitivamente con la confrontación, la violencia, la generación de nuevas víctimas y el sufrimiento del pueblo colombiano a consecuencia del conflicto”, concluyó el líder guerrillero.

El gesto llega en un momento crítico por el recrudecimiento del conflicto en Colombia tras varios ataques de las FARC en las últimas semanas, dirigidos principalmente contra la industria petrolera que llevaron a los diálogos a uno de sus momentos más tensos. En este marco, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, valoró ayer el anuncio de las FARC, aunque les reclamó que tomen “compromisos concretos” para acelerar las negociaciones. En un acto, el mandatario reiteró que valora la medida pero no la considera suficiente. “Lo que queremos en este país es terminar con este conflicto lo más pronto posible. Si este cese viene acompañado de unos compromisos concretos de avances y cese definitivo, pues ahí si estaremos muy cerca (de cerrar el proceso de paz)”, explicó Santos.

La mesa de conversaciones atraviesa esta crisis cuando gobierno y guerrilla siguen varados en el asunto de la reparación a las víctimas, después de haber superado con consensos parciales los tres primeros puntos: tenencia de tierras, participación política y narcotráfico. Este alto el fuego unilateral será el sexto que declaran las FARC desde que comenzó el proceso de paz.