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Por Andrew Gumbel *
Desde Los Angeles

La amarillesca historia de Jessica Lynch, la soldado norteamericana que fue rescatada de un ruinoso hospital luego de ser emboscada y herida en el sur de Irak, tuvo un nuevo giro ayer cuando su biógrafo oficial afirmó que en el momento de su captura fue violada. La noticia coincide con la inminente publicación del libro Yo también soy una soldado: La historia de Jessica Lynch y se espera que sea corregida, tal como pasó con muchos de los melodramáticos relatos de la hazaña de Lynch. Pero inmediatamente alimentó el ilimitado apetito de los canales de cable y talk-shows de la TV, aparentemente más interesados en seguir beatificando a esta chica que nació en el estado de Virginia Occidental hace 19 años, que en examinar las consecuencias de la invasión norteamericana.
Aparentemente, el biógrafo fantasma de Lynch, el ganador del Premio Pulitzer y ex periodista del New York Times, Rick Bragg, ha desenterrado un informe de inteligencia y una historia clínica que indican que la chica fue sodomizada cuando su vehículo fue atacado en las afueras de la ciudad de Nasiriya, el 23 de marzo pasado. “Los registros no informan si sus captores atacaron su cuerpo malherido y casi sin vida luego de que fuese sacada de entre los restos del vehículo. O si la atacaron y le molieron los huesos casi hasta matarla”, escribe Bragg. Lynch no puede reconstruir la secuencia de los hechos porque no los recuerda. Pero Bragg afirma que “Jessi perdió tres horas en la quebradura de huesos, en el choque del Humvee (una 4x4 militar), en el tormento que le infligieron sus enemigos”. Como el libro no estará a la venta sino hasta el próximo martes –es el Día de los Veteranos en Estados Unidos–, no está claro qué tipo de evidencia pudo conseguir Bragg. De todas maneras, Diane Sawyer, la conductora estrella del canal ABC, dio algunos detalles en una entrevista exclusiva con Lynch, que también será emitida el martes que viene. “El libro cita algunos informes de inteligencia que afirman que ella fue maltratada brutalmente y un registro médico que dice que fue víctima de una sodomización”, dijo Sawyer en su programa de noticias de la mañana. “Hablé con ella y sus padres sobre esto y les pregunté por la decisión de publicarlo. Y me dijeron que decidieron contar la realidad y no seleccionar partes de una historia sobre la guerra”, contó Sawyer.
El relato de la violación plantea algunas preguntas porque gran parte de la propaganda oportunista sobre la historia de Jessica Lynch ya ha sido desacreditada como una deshonesta propaganda oportunista para el Pentágono. Los informes iniciales que aseguraban que fue secuestrada durante un fuego cruzado y que ella siguió disparando su fusil M-16 hasta quedar atrapada entre las balas son completamente falsos. Y también hay controversia sobre si la operación de rescate fue realmente necesaria para liberarla de los médicos que estaban ansiosos por entregarla.
¿Por qué, uno podría preguntarse, le tomó tanto tiempo revelar la supuesta violación? ¿Los médicos iraquíes que atendieron a Lynch sabían sobre esto? Y si así fue, ¿por qué se callaron cuando docenas de periodistas los entrevistaron para investigar la historia del rescate? Ayer, Bragg no quiso hacer comentarios, mientras su publicista y la familia Lynch publicaron sendos comunicados pidiendo que el episodio sea visto como uno más en la odisea de la soldado y no algo para profundizar innecesariamente.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Milagros Belgrano.