Viernes, 18 de diciembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › EN SU CONFERENCIA ANUAL, PUTIN ADVIRTIó QUE LAS MEDIDAS DE AJUSTE SEGUIRáN POR LA CAíDA DE INGRESOS
El presidente ruso hizo eje en los problemas de la economía doméstica, sobre todo para los sectores más vulnerables. Sin embargo, el líder ruso criticó a Turquía y Ucrania y elogió al precandidato estadounidense Donald Trump.
Por Agustín Fontenla
Página/12 En Rusia
Desde Moscú
A poco más de un año de que el rublo ruso se derrumbara hasta superar límites históricos, la economía rusa vuelve a estar en el centro de las preocupaciones de los ciudadanos del país. Llamativo, si se tiene en cuenta que durante estos doce meses, Rusia sufrió un ataque terrorista que ocasionó más de doscientos muertos, comenzó una operación militar contra grupos terroristas en Siria y aún participa en el arreglo del desaguisado ucraniano, que en el corto plazo no muestra indicios de solucionarse. Este es el panorama que se obtiene tras las más de tres horas de conferencia de prensa que brindó el presidente ruso Vladimir Putin frente a más de mil periodistas del país y el extranjero.
El principal canal de televisión de la nación, Rusia 1, formuló una pregunta en base a una encuesta que realizó con sus televidentes en distintas regiones de la Federación. Querían que el presidente ruso explicara cómo un comerciante puede “sobrevivir” si después de pagar los servicios comunales, los salarios y las pensiones no alcanzan para cubrir sus necesidades.
En la misma línea, la agencia rusa RBK preguntó por las empresas estatales, que aunque han pagado salarios y bonos de fin de año, cada vez solicitan más ayuda del gobierno. Varios medios del interior ruso señalaron en sus preguntas que los jubilados, entre ellos los veteranos de guerra, eran los más necesitados de respuestas.
La imagen de la economía rusa es preocupante, aunque menos que un año atrás cuando el rublo caía sin control y en Ucrania, el gobierno y las repúblicas autoproclamadas del este del país combatían con tanques y artillería. Hoy, al menos, la cotización de la moneda local se ha estabilizado y en la nación eslava existe un alto el fuego.
De todas maneras, los números de la macroeconomía son elocuentes del impacto que generan en el bolsillo. Según el cálculo del FMI, el producto bruto interno se hundirá este año un 3,8 por ciento y la inflación llegará al doce por ciento. En cuanto a la salida de capitales (Rusia ocupa el podio de naciones con fuga de divisas) se estima en 60 mil millones de dólares, según recientes declaraciones del Ministro de Finanzas, Anton Siluanov.
El presidente ruso contestó a la periodista de Rusia 1 que este año, y a pesar de todas las dificultades, se indexaron las pensiones, en algunos casos poco más de un uno por ciento y en otros en un diez. Para el 2016, prometió que la suba en todas las categorías será del cuatro por ciento.
Una de las variables de ajuste más importantes del plan anual de gastos del gobierno es el valor del petróleo, y según Putin se preveía que el precio del barril de crudo Brent estuviese cerca de los cincuenta dólares. Ni esa estimación a la baja (considerando que un año y medio atrás superaba los cien dólares) queda cerca de los treinta y siete de hoy, después del impacto que sufrió su cotización con el anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos de subir las tasas.
El mandatario ruso afirmó que necesitan hacer y advirtió que no se podían estirar los gastos. “No podemos destruir el presupuesto”, graficó Putin. Sin embargo, aunque sin dar precisiones, el presidente prometió ocuparse de los sectores más desprotegidos.
La esfera internacional también fue foco de preguntas en la rueda de prensa. Putin arremetió contra Turquía por el avión de combate ruso que derribaron dos cazas F16 turcos. El presidente contó que durante el G-20, en la ciudad turca de Antalya, Rusia buscó la cooperación con las autoridades turcas respecto de las operaciones militares rusas en Siria. Sin embargo, no obtuvieron respuesta. Putin lo graficó con una hoja y un lápiz sobre su mesa, indicando que Turquía le podría haber informado que en la frontera turco-siria había fuerzas turcomanas (que Ankara respalda) con las que se podía coordinar las acciones militares. Estas milicias, justamente, fueron las que después de la caída de la aeronave remataron al soldado ruso.
Sobre la guerra de facciones en Siria, el líder del Kremlin afirmó que apoya la resolución que Estados Unidos presentaría hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU, delineando un plan de transición para el país árabe. El propio secretario de Estado estadounidense, John Kerry, compartió los detalles de la propuesta con su colega Sergey Lavrov, en una visita a Moscú esta semana.
Para ser equilibrado, Putin aclaró, en un tiro por elevación a las medidas de la OTAN y al presidente turco Tayip Erdogan, que el terrorista Estado Islámico nació en el 2013, tras el vacío de poder en Irak, y como una fuerza para custodiar un comercio clandestino de petróleo. Sobre la reciente alianza de países islámicos para combatir el terrorismo, se preguntó cuál era la razón para crearla si ya participaban de la coalición formada por Estados Unidos. Se contestó a sí mismo que quizá poseen otro plan o bien que existen diferencias entre los integrantes de una y otra formación.
Al respecto de Ucrania, repartió ironías para sus homólogos Occidentales que respaldan al gobierno de Poroshenko y parecen no estar enterados que en febrero de este año, Kiev se comprometió a avanzar en una reforma constitucional para darle mayor autonomía a las zonas del este, y que desde hace meses está estancada.
Además, Putin piropeó a Donald Trump, precandidato republicano para las elecciones a presidente de Estados Unidos, y dijo que es “un hombre muy brillante y talentoso”; además celebró que este haya prometido mejorar las relaciones entre Washington y Moscú. Más polémicos que estos mensajes de amistad con el precandidato Trump, resultaron sus consideraciones sobre el ex director de la FIFA Joseph Blatter, investigado por hechos de corrupción: “Debería recibir el Premio Nobel por seis décadas de contribuciones a la paz”.
Una de las preguntas agrias que recibió Putin fue respecto a una reciente investigación del bloguero opositor Alexei Navalny, quien había vinculado a familiares directos del fiscal general con delitos comerciales. El mandatario dijo que prefería no hablar del tema y que aún debía probarse la acusación.
Se realizaron más de cuarenta preguntas, muchas de ellas por parte de medios de lugares remotos del país. Norte Rojo o Joven Lenin son algunos de los que compitieron con la prensa extranjera, que esta vez por alguna razón no fue protagonista.
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