El Frente para la Victoria dio ayer su primera muestra de fuerza en el gobierno de Mauricio Macri. Cerca de veinte mil personas se manifestaron ante el Congreso, convocados por organizaciones sociales y políticas con el apoyo de los diputados y senadores peronistas, en protesta por las primeras medidas del nuevo Presidente. La convocatoria, que apuntaba originalmente a apoyar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ante los avances del Poder Ejecutivo, terminó ampliándose para adoptar también consignas contra las novedades económicas anunciadas un día antes y repudiando la intención de Macri de nombrar por decreto a dos jueces de la Corte Suprema. Como encargado de cerrar el acto, el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, aseguró que la devaluación del peso, la designación express de jueces en el máximo tribunal y el avance contra la llamada ley de medios “están unidas” ya que “están buscando un blindaje judicial y mediático para avanzar sobre los derechos” adquiridos en los últimos años.

Antes de salir a la plaza, el bloque del FpV en la Cámara baja estuvo reunido con el ex candidato presidencial Daniel Scioli, que respaldó la postura tomada por los legisladores ante las novedades durante la primera semana de gobierno del PRO y criticó “las decisiones que se están tomando y afectan al poder adquisitivo y los puestos de trabajo”. Los diputados, muchos de los cuales estuvieron luego en el escenario montado de frente al palacio parlamentario, también difundieron un comunicado solicitando a Macri que “deje sin efecto” los nombramientos en el máximo tribunal (ver aparte).

“No queremos poner palos en la rueda pero el límite es la Constitución”, dijo Héctor Recalde, jefe de la bancada de Diputados, sobre el escenario, minutos antes de las siete y media de la tarde, ante una multitud. Durante el acto, que contó con varios números musicales, también hablaron los sindicalistas Andrés Rodríguez (por la CGT) y Hugo Yasky (CTA), y las titulares de Abuelas y de Madres de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini. El cierre estuvo a cargo de Sabbatella, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. “Las medidas económicas representan una brutal transferencia de recursos de los trabajadores hacia las corporaciones”, denunció el funcionario, a quien el gobierno pretende remover de su cargo. Por su parte, Yasky denunció que el anunciado levantamiento de las regulaciones del mercado cambiario ocultan “un brutal ajuste con espíritu revanchista que busca llevarse lo que no pudieron” durante los doce años de gobierno del peronismo y anticipó que existen discusiones entre todas las centrales obreras para realizar un “pronunciamiento conjunto” ante la nueva situación económica y avanzar en acciones sindicales ante situaciones de despidos como las que “ya están sucediendo” en Siderca. “Frente a esto debe haber una respuesta de nuestro pueblo”, dijo el docente.

La convocatoria original, a cargo de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, el colectivo de organizaciones de la sociedad civil que impulsó la LSCA, era en respuesta al decreto de Macri que le quitó su carácter autárquico al Afsca y a las declaraciones del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, quien manifestó que esa norma no subsistiría a su gestión. El apoyo de los bloques del peronismo en el Congreso le dio a la cita mayor espesor institucional y sumó consignas. La manifestación ante el parlamento tuvo su réplica en plazas de las principales ciudades del país.

Fue la tercera marcha multitudinaria del peronismo en los últimos ocho días. El miércoles pasado, cientos de miles coparon el centro porteño para despedir a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que dejaba la Casa Rosada tras dos mandatos. Este lunes hubo otra convocatoria, surgida en las redes sociales, en defensa de la LSCA, menos numerosa que la de ayer pero que convocó a varios miles de personas no encuadradas a la Plaza de Mayo. Ayer volvieron a mezclarse autoconvocados que llegaban por la suya o en grupos pequeños con columnas de organizaciones políticas como La Cámpora, Nuevo Encuentro, Peronismo Militante o Patria Grande y sindicatos como ATE y SAT-SAID.

Entre la gente también se mezclaban funcionarios y figuras que apoyaron durante los últimos años al gobierno peronista, sacándose fotos a pedido y dialogando con los militantes que se acercaban a consultarlos por su opinión de la situación actual. El ex ministro de Defensa Agustín Rossi en ese contexto manifestó que “Macri se pone en un lugar que es insostenible desde el punto de vista institucional” y que “se burla del discurso de las buenas formas y el diálogo” cuando decide “meter miembros de la Corte por la ventana”.

Antes de la hora de la convocatoria, el bloque de diputados volvió a reunirse, esta vez para recibir al ex candidato Scioli, que visitó primero a su amigo José Luis Gioja (vicepresidente segundo de la cámara) y luego se reunió con representantes de todos los sectores de la bancada. Allí, el ex gobernador bonaerense sostuvo que existe “preocupación” por “las decisiones que se están tomando” ya que “están afectando los salarios de los trabajadores e impactan en los precios”. A la salida del encuentro, Scioli agregó que “una devaluación de estas características sumada a la quita de subsidios, al aumento de tarifas, a la apertura de la economía y a la quita de retenciones conlleva una transferencia muy importante de ingresos de los sectores populares a los sectores concentrados”.