[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por Jorge Marirrodriga *
Enviado especial a Bagdad

Dos ciudadanos franceses que trabajaban para una compañía estadounidense fueron asesinados ayer en Faluja, a unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad, según confirmó en la capital iraquí el general Charles Swannack. Se trata de los dos primeros franceses muertos en Irak desde que el pasado 20 de abril comenzara la guerra contra el régimen de Saddam Hussein. Una tercera persona, también francesa, resultó herida muy gravemente en el mismo atentado.
Los hechos se produjeron a primera hora de la tarde, cuando un convoy de numerosos vehículos viajaba por la ruta que lleva de la capital a Faluja, en cuyas cercanías se encuentra una importante base aérea utilizada por la Fuerza Aérea estadounidense. “El vehículo en el que viajaban los tres franceses sufrió una pinchadura y se detuvo para efectuar la reparación correspondiente, descolgándose del resto del convoy”, señaló el militar estadounidense. Mientras los ocupantes trataban de arreglar la avería, desde un coche que circulaba por la carretera varios desconocidos efectuaron numerosos disparos, matando en el acto a dos franceses y dejando herido de gravedad al tercero. Las tres víctimas trabajaban para una empresa estadounidense que tiene adjudicados varios contratos en la recuperación de infraestructuras en Irak.
En el país trabajan en diferentes labores numerosos ciudadanos occidentales que no pertenecen necesariamente a países aliados de Estados Unidos en su campaña de Irak, argentinos, libaneses y colombianos, entre otros. Los tres franceses no se encontraban registrados en el consulado francés en Bagdad –que se encuentra instalado en los locales de la embajada de Rumania y donde trabaja una decena de funcionarios– ni las autoridades francesas tenían, hasta ayer, noticia de su presencia en el país. Los ciudadanos extranjeros presentes en Irak han sido alertados de la posibilidad de que puedan sufrir ataques no planificados, es decir que miembros de la resistencia puedan atentar contra ellos simplemente porque se encuentren frente a la ocasión propicia de atacar a un occidental.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.