A una semana y media de ser desplazada al tercer lugar por un partido xenófobo en los comicios de Mecklemburgo-Antepomerania, Angela Merkel defendió su política migratoria en un acto de campaña en el que seguidores de una derecha en ascenso la abuchearon y donde la atracción fueron las elecciones del domingo en la capital alemana. “Berlín debe mantener su espíritu abierto, solidario y justo, porque eso es lo que nos hace fuertes”, afirmó la lcanciller, que propicia una política de puertas abiertas para los refugiados que llegan a Europa escapando de guerras en Medio Oriente, Africa y Asia. La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, preocupada por la escasa acogida que la Unión Europea hizo de los 160.000 migrantes que había acordado repartir entre sus miembros, pidió al bloque mayor compromiso para resolver la situación.

Según una encuesta publicada ayer por el instituto demoscópico Forsa, el bloque conservador de Merkel –alianza entre la CDU y la Unión Social Cristiana (CSU), partido hermano de la CDU en Baviera–, obtendría en los comicios del domingo en Berlín entre un 17 y un 18 por ciento de los votos, y quedaría detrás del Partido Socialdemócrata (SPD), que gobierna el país en coalición con la CDU y la CSU. Todo apunta a que el SPD perderá votos, pero será primera fuerza con un 21 por ciento de los sufragios, según encuesta semanal del diario berlinés Tagesspiegel, mientras que los conservadores de la canciller quedarán en un 17,4 por ciento.