EL MUNDO
Los jubilados le dicen al “Cavaliere” que es hora de bajarse de su caballo
Fue la mayor manifestación contra el gobierno derechista de Silvio Berlusconi en muchos meses. Y el punto de convocatoria fue el proyecto de reforma al sistema de pensiones. Los protagonistas fueron los jubilados. Falta saber cómo el tema repercutirá en las urnas.
Es un país acostumbrado a las manifestaciones opositoras, pero ésta fue grande y, además, se produce en el incómodo contexto del displacer popular con la participación del primer ministro, Silvio Berlusconi, en la invasión norteamericana a Irak. Cientos de miles de italianos, en su mayoría jubilados, marcharon ayer por Roma para protestar contra la proyectada reforma del sistema de pensiones y la política económica, en la mayor manifestación de los últimos tiempos contra Berlusconi.
La multitudinaria protesta constituye una nueva señal de alarma para el gobierno conservador, que el 26 de marzo pasado vio al país paralizado por cuarta vez en dos años, a raíz de una huelga general nacional contra la gestión económica del premier. La marcha, que fue convocada por los tres principales sindicatos del país y por la Federación Nacional de Pensionados (FNP), se dividió en tres columnas separadas de ancianos y jóvenes que concurrieron a la plaza de San Juan, donde se celebró el acto central con oradores de los gremios y del FNP. Según voceros de los sindicatos CIGL, CISL y UIL, más de 500.000 personas participaron de la manifestación, una de las más numerosas de los últimos tiempos en el país.
“Se acabó la paciencia, la indignación llegó a la cúspide”, dijo el secretario general de la izquierdista CGIL, el más importante sindicato de la península, Guglielmo Epifani. “Nosotros tenemos las respuestas: o el gobierno cambia o no nos representa más. Los jubilados manifestaron para pedir ante todo ser respetados en su dignidad”, advirtió. Italia cuenta con un alto porcentaje de pensionados, con unos 16,4 millones de jubilados sobre una población activa de 23 millones y unos 59 millones de habitantes. Los sindicatos y jubilados protestan contra un proyecto de reforma del sistema de pensiones que llevará de 57 a 60 años la edad mínima para jubilarse y de 35 años a 40 los aportes necesarios, a partir del 2008.
A principios de diciembre, los sindicatos movilizaron a miles de manifestantes en todo el país contra la reforma jubilatoria, con la que Italia espera poner sus cuentas en regla y ajustarse a los parámetros exigidos por la Unión Europea (UE). “Más de cuatro millones de jubilados no superan los 500 euros por mes”, dijo por su parte el secretario general de la Federación Italiana de Sindicatos, Silvano Miniati, durante la concentración en la plaza de San Juan de Letrán. “Seis millones de personas viven con una jubilación que va de los 500 a los 1000 euros”, amplió, al tiempo que manifestó su escepticismo sobre las promesas gubernamentales de un aumento en las pensiones mínimas.
“Impuestos, ¿quién los paga más? Los pobres. ¿Quién paga menos? Los ricos”, decían algunas pancartas que portaban los jubilados.
“Estamos preocupados y por eso protestamos. La inflación corre, la jubilación está detenida”, declaró un anciano que participó en la manifestación. Pero, en un país donde las marchas de protesta son casi la norma, la pregunta es de qué modo esta nueva manifestación de odio popular a Berlusconi se traducirá a la hora de las urnas.