EL MUNDO
¿Quién le teme a Ariel Sharon?
Se ve que el líder palestino Yasser Arafat confía mucho en la garantía americana. O bien en el viejo proverbio que afirma que “perro que ladra no muerde”. El hecho es que ayer, un día después de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijera que Arafat era un “hombre marcado”, que “ninguno que mate judíos podrá estar seguro de sobrevivir”, y en la misma semana en que Israel mató a Ahmed Yassin, líder de la milicia fundamentalista Hamas, Arafat, que lleva años acorralado en su cuartel de Ramalá en Cisjordania, declaró que las amenazas de Sharon lo dejaban “indiferente”, el mismo día que tres palestinos y un colono israelí perdían su vida.
“Eso me deja indiferente, lo que me importa es nuestro pueblo, nuestros niños, nuestros estudiantes y nuestros lugares santos musulmanes y cristianos”, declaró a los periodistas el jefe de la Autoridad Palestina al término de un encuentro en Ramalá con el patriarca latino de Jerusalén, monseñor Michel Sabbah. Sharon había dejado planear anteayer la amenaza de una liquidación del presidente de la Autoridad Palestina y ayer el ministro israelí de Seguridad Interior, Tzahi Hanegbi, volvió a la carga justificando las amenazas lanzadas por el primer ministro. “Es importante que todos los que envían kamikazes sepan que no gozan de la más mínima inmunidad, tal como lo declaró el primer ministro”, dijo Hanegbi a la radio pública. “Si nosotros disponemos de informaciones sobre los responsables (palestinos) que en forma directa o indirecta alientan los atentados suicidas, ellos no saldrán ilesos”, advirtió el ministro.
También criticó a la oposición norteamericana a una liquidación de Arafat. “Los norteamericanos no están en situación de decirnos de no lanzar operaciones específicas, cuando ellos mismos utilizan ese método en Irak y en Afganistán, a veces contra responsables que no tocaron un solo cabello de un soldado estadounidense”, destacó Hanegbi. “Los dos hijos de Saddam Hussein fueron muertos durante una operación dirigida cuando era suficiente con esperar para capturarlos”, agregó el ministro.
Sharon afirmó que Arafat era ahora “un hombre marcado” –sea lo que esto signifique– y que “no tiene ningún seguro” de vida, en una entrevista publicada el viernes por la prensa israelí. “Yo no le diría que se sienta protegido. Yo no propondría asegurarlo a ninguna compañía de seguros” de vida, declaró Sharon al diario Haaretz. “Quien mate a un judío o ataque a un ciudadano israelí o envíe a alguien a matar judíos es un hombre marcado”, agregó Sharon.
Pero la violencia, de cualquier manera, continuó. Soldados israelíes dieron muerte a dos palestinos el viernes en la noche en Gaza, cerca del campamento de refugiados de Bureij y al norte de la ciudad, según responsables de los servicios de seguridad palestinos. Y en Cisjordania, un colono israelí murió a manos de un palestino que a su vez fue abatido por soldados israelíes, durante la madrugada del sábado, en la implantación de Avnei Hefetz, cerca de Tulkarem, en el norte de Cisjordania, según un portavoz militar. El palestino consiguió infiltrarse en la colonia y abrió fuego con un arma automática en dirección a una casa de la entrada de la colonia. El dueño, que salió con una pistola, murió en el umbral de la puerta. Su esposa, que intentó socorrerlo, sufrió heridas leves de bala.