EL MUNDO
Nubes para casi todos y arco iris para casi nadie
La Operación Arco Iris y Nubes del ejército israelí en Rafá, en la Franja de Gaza, cobró la vida del jefe local de Hamas, mientras un tribunal declaraba culpable al líder palestino Marwan Barguti.
A pesar de los llamamientos internacionales y una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando a Israel, el ejército israelí continuó con sus operaciones en Rafá, al sur de la Franja de Gaza, donde ocho palestinos murieron, entre ellos el jefe local de Hamas. En Tel Aviv, un tribunal declaró que Marwan Barguti, símbolo de la segunda Intifada y jefe del movimiento Fatah de Yasser Arafat en Cisjordania, era directamente culpable de cuatro atentados antiisraelíes que causaron cinco muertos. La sentencia será declarada el 6 de junio. El fiscal ya recomendó cinco penas de prisión perpetua y 40 años de reclusión. Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, una red de grupos de combatientes salidos del Fatah, amenazaron con secuestrar a soldados israelíes para negociar su liberación. “Mientras lloren las madres palestinas, las madres israelíes llorarán también”, declaró Barguti tras el anuncio del veredicto. Su proceso comenzó el 14 de agosto de 2002 ante el tribunal del distrito de Tel Aviv, cuya competencia siempre se rehusó a reconocer.
La presión para detener la operación israelí de Rafá aumentó después de que diez palestinos –incluidos seis de entre 11 a 18 años– fueran muertos el miércoles por tiros del ejército contra cientos de manifestantes en Rafá. Cinco de los ocho palestinos muertos el jueves en Rafá fueron alcanzados por cohetes disparados de helicópteros y pertenecían a dos grupos distintos de hombres armados, según el ejército. Los soldados israelíes mataron a otro palestino, un civil no combatiente, abatido por un francotirador israelí cuando desde la terraza de su casa pidió agua a los militares en la calle, según los vecinos. Según el ejército, los soldados dispararon contra un hombre que se acercaba hacia ellos “violando el toque de queda”. Un séptimo hombre, no identificado, murió en el barrio de Tal Al Sultan. El jefe local del brazo militar del movimiento radical islámico Hamas fue el octavo muerto ayer, según fuentes de seguridad y médicas palestinas. Este deceso lleva a 42 la cifra de palestinos muertos en Rafá desde el martes, cuando fue lanzada la Operación Arco Iris y Nubes. Quince casas fueron destruidas durante la noche por el ejército en Rafá, entre ellas la de un dirigente del movimiento radical Jihad islámica Nafez Azzam.
Las tropas israelíes, que han destruido más de cien casas en Rafá en ocho días, dejando sin vivienda a más de mil personas, entraron ayer en los campamentos de refugiados Barazil y el barrio Sallam, al este de la ciudad. Tres batallones de infantería y un batallón de tanques, es decir entre 2000 y 2500 hombres, fueron desplegados. El objetivo anunciado del ataque es descubrir y destruir los túneles a través de la frontera, utilizados para el contrabando de armas desde Egipto. Según el Ministerio de Defensa israelí, “esta es una operación necesaria y vital para la seguridad del Estado de Israel, continuaremos con ella todo el tiempo que consideremos necesario”, se informó en un comunicado.
En Cisjordania, un niño palestino de 13 años murió al ser alcanzado por disparos cerca de Hebrón, mientras un activista armado del Hamas fue abatido en Kalkiliya (norte). Estos decesos llevan a 4075 la cifra de muertos desde el inicio de la Intifada, de los cuales 3086 son palestinos y 918 israelíes. También en Cisjordania, un teniente israelí fue gravemente herido por error a raíz de un disparo en el campo de refugiados de Jenín.
El miércoles, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó, con la abstención de Estados Unidos, una resolución condenando a Israel por la muerte de civiles palestinos y la demolición de casas en Rafá. Washington además lanzó una advertencia al gobierno del primer ministro Ariel Sharon, al que hasta ahora había evitado criticar. En un comunicado inusualmente crítico hacia Israel, la Casa Blanca sostuvo que la ofensiva no sirve a los propósitos de la paz y la seguridad y que agrava la situación humanitaria en la devastada región palestina. Pero el presidente George W. Bush también ha declarado que “Israel tiene el derecho de actuar en legítima defensa”.
En un comunicado, Israel rechazó “con náusea” las acusaciones del ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Brian Cowen, cuyo país preside la Unión Europea, que había condenado el “desprecio irresponsable” por la vida humana manifestado por el ejército israelí en Rafá.
En el plano político interior israelí, el Partido Laborista (oposición de izquierda) se fusionó con la formación sindicalista Un Solo Pueblo y cuenta ahora con 22 diputados en el Parlamento.