EL PAíS › SERVINI DE CUBRIA ARRESTO A UN OFICIAL DE GENDARMERIA
Parto falso en el Hospital Militar
Víctor Enrique Rei, ex alto oficial de inteligencia de la Gendarmería, quedó preso después de que Servini de Cubría comprobara irregularidades graves en el certificado de nacimiento de su supuesto hijo. La jueza cree que se trata de un hijo de desaparecidos.
Por Victoria Ginzberg
La jueza María Servini de Cubría arrestó a un ex alto oficial de la Gendarmería por la apropiación de un menor durante la última dictadura militar. Como el joven que crió el acusado se niega a realizarse el examen de ADN, la identidad del chico aún no pudo ser establecida. Pero su certificado de nacimiento tiene irregularidades serias que hacen que tanto las Abuelas de Plaza de Mayo como la jueza tengan sospechas fundadas de que se trata de un hijo de desaparecidos.
La detención de Víctor Enrique Rei se produjo el lunes pasado, luego de que Servini de Cubría avanzara en una investigación que se inició por una denuncia de la abogada de las Abuelas de Plaza de Mayo, Alcira Ríos, en base a indicios que había recogido la institución.
Durante la dictadura, el acusado estuvo destinado a la seguridad del Mundial de Fútbol de 1978 y luego se desempeñó en la dirección de Operación e Inteligencia de Gendarmería. Posteriormente fue segundo jefe del Escuadrón de Concepción del Uruguay. Se trata del primer miembro de esa fuerza involucrado en la apropiación de un niño durante la última dictadura.
La partida de nacimiento del supuesto hijo de Rei fue firmada por el médico Julio César Cáceres Monié, un cardiólogo que ya falleció y que también aparece en los certificados falsos de otros hijos de desaparecidos. En ese documento, en el que dice que el hijo de Rei habría nacido en abril de 1978, figura como dirección la calle Báez 840 pero el juzgado comprobó que esa numeración no existe. Al declarar ante Servini de Cubría, Rei aseguró que el joven era su hijo biológico y mencionó que los médicos que atendieron a su mujer durante su embarazo fueron “el doctor Cáceres y los que estaban de turno en el sector de obstetricia del Hospital Militar”. Agregó que no sabía cuál era la especialidad de Cáceres Monié.
Como parte de la investigación, Servini de Cubría allanó el Hospital Militar y secuestró todos los libros de parto de esa época. En ninguno hay constancia del nacimiento del hijo de Rei. Las mujeres que sí dieron a luz ese día en ese lugar tampoco recuerdan ni a la señora Rei ni a Cáceres Monié. Además, las historias clínicas aportadas al expediente por la obra social demuestran que el parto no se produjo.
El niño, hoy un joven de 26 años, se negó explícitamente a someterse a los estudios genéticos que podrían develar su verdadera identidad. Ante esa situación, la jueza está analizando si, pese a la decisión de la Corte Suprema en el caso de Evelyn Vázquez, ordena que se haga el estudio de ADN de forma compulsiva.
En el expediente de Vázquez el máximo tribunal privilegió la preservación de la intimidad de la mujer que se negaba a someterse al examen genético por sobre la averiguación de la verdad. Pero luego de ese fallo de la Corte, el juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó nuevamente un análisis de ADN en forma compulsiva. En una resolución que firmó en noviembre del año pasado, el magistrado explicó que el caso que estaba investigando era diferente al de Vázquez, en el que el máximo tribunal entendió que “ante la existencia de otros elementos probatorios y la misma confesión de los imputados, la prueba hemática no estaría destinada a demostrar la comisión del delito sino, más bien, la existencia del verdadero lazo de parentesco con los posibles familiares biológicos”. Canicoba Corral agregó que la realización del examen se justificaba en el interés de la sociedad en averiguar la verdad.
Como en el caso que analizó Canicoba Corral, en el que tiene ahora Servini de Cubría el acusado negó haber cometido el delito. Por lo tanto, el estudio de ADN es importante para demostrar el crimen. “La negativa a realizarse el análisis no hace más que continuar con la victimización de la víctima. En esta oportunidad está probado que el chico no es de esa gente. Sé que es difícil y que es una decisión que cuesta tomar pero nosotras no somos las responsables sino quienes se apropiaron, ocultaron y cambiaron la identidad de ese chico”, afirmó a este diario Ríos, quien en nombre de las Abuelas solicitó que se realice la medida.
Las Abuelas de Plaza de Mayo sospechan que el joven que fue apropiado por Rei nació clandestinamente en el Hospital Militar Central y que su madre había estado secuestrada en un centro de la provincia de Buenos Aires. De todas formas, la verdadera identidad del joven sólo se sabrá si el examen genético se lleva a cabo. “Sus documentos van a tener que ser anulados y hoy él no sabe quién es. Tiene que entender que la verdad lo va a hacer libre”, concluyó la abogada de las Abuelas.