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Un informe reservado del Ministerio del Interior de Gran Bretaña calcula que hay unos 10 mil simpatizantes de Al Qaida en la comunidad musulmana nacional. En un intento de contrarrestar el problema, el gobierno está elaborando un plan secreto denominado “Contest” para combatir la creciente influencia que tienen imanes y militantes radicales islámicos sobre los jóvenes musulmanes británicos.
El plan “Contest” que reveló este domingo el Sunday Times se propone promover a varios líderes moderados musulmanes y lanzar una serie de iniciativas económicas y mediáticas para integrar a los musulmanes al tejido social británico. Según una circular del director del plan, Andrew Turnbull, secretario del gabinete de Tony Blair, el objetivo es “prevenir el terrorismo atacando sus causas e influyendo en los temas económico– sociales que constituyen el fondo del problema”.
Los datos estadísticos oficiales señalan que los musulmanes tienen tres veces más desempleados que otras comunidades religiosas, que un 4 por ciento no tiene ningún tipo de estudio y que la mitad no tiene ningún tipo de actividad económica.
Otro de los datos que analiza el plan es el perfil psico-social de los musulmanes británicos susceptibles de ser captados por Al QaIda que elaboró el MI5, el servicio secreto interno. “El primero es de clase media, con acceso a educación universitaria, captado mientras realiza sus estudios universitarios. El segundo es de desempleados con pocas calificaciones, a veces con antecedentes policiales por delitos menores, que concurren a la mezquita donde son captados por miembros de Al Qaida”, señala un documento del Plan Contest filtrado al Sunday Times.
El plan propone privilegiar la relación con cuatro imanes moderados para contrarrestar la acción de los radicalizados que florecieron en Gran Bretaña a la sombra de la Jihad antisoviética en los años ’80. Entre los imanes del gobierno se encuentra Amr Khaled, un egipcio teleevangelista a la “estadounidense” que opina que la religión y el placer son compatibles y que ser millonario no es vergonzoso. Hamza Yusuf, un estadounidense converso que asesoró a George Bush en el tema, y que recientemente realizó una gira por Gran Bretaña, tendrá también un papel fundamental en el plan “Contest”. Completan la lista otro imán estadounidense, Suhaib Webb, que organizó una colecta para los familiares de las víctimas del 11 de septiembre, y un suizo, Tariq Ramadan, que intenta fortalecer la integración de musulmanes en las sociedades europeas.