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El presidente Hugo Chávez arrancó ayer su campaña por el referendo revocatorio con una gigantesca marcha en Caracas –al día siguiente de una amplia movilización opositora–. El mandatario venezolano, ante más de 150 mil simpatizantes en la céntrica avenida de la capital, vaticinó a sus opositores “la más contundente derrota que han visto” en la consulta prevista para agosto próximo y cuya fecha exacta se dará a conocer hoy.
“¡Prepárense para lo que viene!”, exclamó Chávez ante sus seguidores, que realizaron una marcha que dio inicio a la campaña oficialista por la consulta. El presidente anunció que desde ayer asumía la jefatura de un nuevo comando de campaña y de una nueva misión social, que tiene como objetivo “duplicar los votos que alcance la oposición”’ en el referendo. El presidente venezolano además ratificó la voluntad de su gobierno de respetar los resultados del referéndum anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y pidió a sus detractores tener la misma actitud.
Chávez vaticinó que la oposición no alcanzará el 20 por ciento de los votos registrados en la población electoral venezolana. Asimismo, anunció la creación de “comandos patriotas” en sectores populares y zonas rurales para asegurar su victoria. Los chavistas partieron desde tres sectores del este, oeste y suroeste de la capital y convergieron en la céntrica avenida Bolívar (centro-este), donde agitaron banderas y lanzaron consignas a favor del gobernante. Al llegar el grueso de la movilización a la avenida, el número de participantes fue cifrado en más de 200.000 personas, que periodistas extranjeros definieron como mayor que la manifestación que realizó el sábado la oposición. El vicepresidente José Vicente Rangel sostuvo que con esta movilización se define por anticipado la victoria de Chávez en la consulta.
“Ya empezó la campaña. Nosotros vamos adelante y lo que viene ahora es movilización nacional para que el pueblo defienda su ‘revolución’”, dijo por su parte Diosdado Cabello, considerado “delfín” de Chávez. Rangel también calificó de “impertinente” la posición de Estados Unidos, que dijo que respetará los resultados del referendo revocatorio, con la condición de que sean “transparentes”.
En la movilización opositora en Caracas del sábado, sus líderes advirtieron que no admitirán postergar más allá del 18 de agosto el referendo revocatorio. El 19 de agosto Chávez cumplirá el cuarto de sus seis años de mandato y, según la Constitución venezolana, si pierde el referendo será el vicepresidente quien asumirá el cargo durante el resto del mandato. Pero si el referendo se celebra antes del 19 de agosto y el mandatario es derrotado, la ley obliga al adelanto de elecciones presidenciales en un plazo de treinta días para designar a otro mandatario que concluya el actual período presidencial (2000-2006).
Para removerlo del poder, la oposición requiere del voto de al menos 3,75 millones de venezolanos, lo que Chávez obtuvo en las elecciones de 2000, cuando fue reelecto para un mandato de seis años. Leonardo Carvajal, presidente de la opositora Asociación Civil Asamblea de Educación, pidió ayer a la 34ª Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Quito que “no aparte sus ojos de lo que ocurre en Venezuela”.
“Nosotros no queremos que la OEA se ponga de nuestra parte, lo que queremos es que certifique, que observe, que vea”, dijo Carvajal a la AFP, tras calificar de “determinante” la observación de la OEA y el Centro Carter en el referendo, antes anunciado para el 8 de agosto.
El referendo revocatorio fue contemplado en un acuerdo en mayo de 2003 entre gobierno y oposición como la salida a la grave crisis del país –es una enmienda constitucional de la gestión de Chávez–. Ese acuerdo fue avalado por la OEA, el Centro Carter y el Grupo de Amigos de Venezuela (Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México y Portugal).
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que dará a conocer la fecha definitiva del referendo hoy, una vez que informe los resultados finales de las firmas de electores que pidieron la consulta, tras sentenciar el pasado jueves que la oposición sobrepasó las 2,43 millones de firmas exigidas para activarlo.