EL MUNDO › ATAQUE A TROPAS DE PAZ EN KABUL
Sin paz y sin orden
Desde que Afganistán tiene un nuevo gobierno instalado por Estados Unidos, el país tiene un orden muy relativo: fuertes combates con miembros remanentes de la organización Al-Qaida de Osama bin Laden, batallas regionales por el poder e incidentes varios en la capital, Kabul. Ayer, fueron lanzados dos misiles contra la fuerza internacional de paz instalada en esa ciudad. No hubo heridos o daño en el campo que albergaba tropas danesas y alemanas. Los investigadores encontraron los restos de una granada de fabricación china a 200 metros y 107 mm de la cerca perimetral.
Se trató del primer ataque contra la sede de la fuerza de seguridad internacional (ISAF) desde que fue desplegada en la capital afgana en enero. Gran Bretaña va a entregar el liderazgo de la fuerza de 4800 a Turquía en pocas semanas. Dos veces la última quincena, las tropas fueron blanco de disparos, pero la sospecha recayó en soldados leales al gobierno interino más que en guerrillas islámicas. Un vocero de la ISAF dijo que el último ataque probablemente estuvo relacionado con el intento de desestabilizar la capital frente a la gran asamblea (Loya Jirga) para la elección de un nuevo gobierno en junio próximo. Además, la embajada norteamericana reforzó su seguridad a partir de la información de que talibanes y Al-Qaida ofrecieron recompensas de hasta 50 mil dólares por cada soldado de la coalición muerto.