EL MUNDO › ISRAEL SE ESTA RETIRANDO DE DOS DE LAS CIUDADES PALESTINAS

El “muro” israelí retrocede un poco

Horas después de una reunión de Ariel Sharon con el enviado de EE.UU. a la región, Israel inició la retirada de Kalkilia y Tulkarem. Antes, frente a su Parlamento, el premier israelí había tenido palabras durísimas contra Arafat.

Página/12
en Medio Oriente
Por Eduardo Febbro
Desde Jerusalén

Mucho antes de que Israel anunciara el retiro de sus tropas de dos ciudades palestinas y en medio de un indescriptible tumulto provocado por los diputados árabes de la Knesset (Parlamento israelí), el premier israelí Ariel Sharon reiteró ayer ante los parlamentarios que las misiones del ejército israelí aún “no llegaron a su término” y que, por consiguiente, “el ejército continuará con el operativo lo más rápido posible y hasta su fin, es decir, hasta que haya desmantelado la infraestructura terrorista de Yasser Arafat y hasta que los asesinos que se esconden en distintos lugares hayan sido detenidos”. A pesar de que el tono de Sharon mantenía, e incluso endurecía, el de días anteriores, en los hechos comenzaron a verse signos de distensión: fuentes del Ministerio de Defensa anunciaron que hoy comenzará la retirada de dos de las siete ciudades ocupadas, Kalkilia y Tulkarem. Además, el gobierno israelí permitió por primera y única vez que Arafat se reuniera con su plana mayor, ya que no toda está en su cuartel general. Y el signo de distensión parecía tener una causa clara: dos horas antes del anuncio, Sharon se había reunido con el enviado norteamericano Anthony Zinni, en medio de pedidos norteamericanos para que la operación termine (ver nota aparte). El premier también propuso crear “zonas tapón” luego de las retiradas.
Sharon, que fue repetidas veces interrumpido por las protestas y las discusiones de los diputados árabes, esbozó una descripción apocalíptica de Yasser Arafat, de los palestinos y de la Autoridad Palestina. El jefe de gobierno volvió a acusar a Arafat de haber creado “una entidad terrorista” que organizó los ataques perpetrados en Israel y terminó exhibiendo documentos (luego fueron distribuidos a la prensa) que tienden a probar la implicación de la Autoridad Palestina en el montaje de los atentados. Sharon no escatimó palabras y hasta llegó a calificar a la Autoridad Palestina como “una burocracia de asesinos”. Reaccionando directamente a los reiterados pedidos de Washington (ver nota aparte) para que el Tsahal (ejército israelí) se retire de los territorios palestinos, Sharon aclaró que la ofensiva iniciada hace 12 días era una operación “temporaria” y explicó que “hemos prometido que haríamos esas operaciones lo más rápido posible y que retiraríamos nuestras fuerzas de los lugares donde hemos terminado”. Sharon agregó no obstante que sus tropas se desplegarían en zonas de seguridad .-probablemente en Cisjordania-. a fin de “mantener a los terroristas lejos de nuestras ciudades” y se declaró dispuesto a encontrarse con árabes “moderados y responsablespara hablar de paz”.
“No tenemos intención de conquistar las ciudades palestinas de forma permanente. Una vez que la operación haya concluido, el ejército israelí se retirará a zonas tapón establecidas por el gobierno”, agregó Sharon. El ministro palestino para Asuntos de Jerusalén, Ziad Abu Zayad, expresó su oposición: “Esas zonas estarían dentro de nuestro territorio, reduciendo aún más la escasa superficie que nos queda”. El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat, dijo que “Sharon produjo el discurso más desastroso que se haya escuchado”. El dirigente palestino estimó además que la creación de las zonas de seguridad representaba “el fin del proceso de paz, el fin de los Acuerdos de Oslo y el fin de la Autoridad Palestina”. Aunque Sharon no avanzó en detalles sobre la extensión de esos colchones de seguridad “para impedir infiltraciones o atentados”, la idea también es rechazada dentro de Israel porque equivale a reconocer de factouna frontera a lo largo de la “línea verde” que separa a Israel de los territorios.
La dureza de los términos del discurso de Sharon traduce una certeza política: los analistas locales coinciden en señalar que el premier actúa como si tuviese mucho tiempo por delante, es decir, igual que si las interpelaciones norteamericanas no significasen gran cosa. Un experto israelí explicaba ayer en la televisión que “llegado el momento, Sharon anunciará el retiro del ejército de una localidad donde las operaciones ya han concluido y Washington se mostrará satisfecho”.
Ese momento llegó tal vez anoche. Hasta ayer, Israel seguía ocupando seis de las ocho grandes ciudades palestinas de Cisjordania (Ramalá, Kalkilia, Jenín, Tulkarem, Belén y Nablus) al tiempo que abrió otro frente en el norte, concretamente en la frontera con el Líbano, en donde los ataques del grupo fundamentalista Hezbolá son constantes. Sin embargo, el lunes por la noche el ministro de Defensa israelí anunció que este martes por la mañana el ejército comenzaría a retirarse de Kalkilia y Tulkarem, dos zonas en las cuales, según el comunicado del ministerio, “las actividades han concluido”. Según fuentes militares, estas dos ciudades no ofrecieron prácticamente resistencia durante la operación.
Por su parte, Arafat pudo reunirse ayer con tres de sus consejeros más cercanos: el titular del Parlamento palestino, Ahmed Qrei, el secretario ejecutivo de la OLP, Mahmoud Abbas (Abú Mazen) y el jefe de Seguridad Preventiva de la franja de Gaza, coronel Mohammed Dahlán.

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Un soldado israelí da indicaciones a un grupo de tanques que se reposicionan en Belén.
 
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