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La corrida bancaria de la semana pasada en Moscú trajo el fantasma de una crisis como la de agosto de 1998, cuando colapsó el sector bancario, dejando a millones de personas sin dinero. Hay dos bancos clausurados –el Sodbiznesbank y el Credit Trust– y otros dos en cesación de pagos –Alfa y Guta–. El gobierno de Vladimir Putin apostó por la fusión de entidades financieras para apaciguar la crisis.

Le Monde

Para una población todavía traumatizada por las crisis continuas de los años ’90, el anuncio del 7 de julio de que un cuarto banco ruso en dos meses –el Guta– se encontraba en la tormenta, reavivó recuerdos dolorosos. Las autoridades del banco central intentaban el jueves a la tarde tranquilizar a los inquietos, asegurando que no existía “una crisis” y anunciaron que ese establecimiento estaba por ser comprado por un organismo del Estado, la Vneshtorgbank, capaz de asegurar todos los depósitos. Pero la información fue luego contradicha por un comunicado de ese establecimiento. Rusia cuenta con una plétora de bancos, alrededor de 1300 de los cuales la capitalización es muy débil. El único organismo considerado sólido es el Sberbank, controlado por el Estado. Capta el 61 por ciento de los depósitos.
(Natalie Nougayrède)

Pravda

Una gran crisis bancaria y monetaria, ¿no haría que ciertos sectores se frotaran las manos llenos de alegría? Bueno, esto no va a suceder. Los mercados financieros son tan volátiles como el éter. Por lo tanto, la especulación de la prensa internacional de una creciente crisis bancaria, seguida por una baja del efectivo, es en el mejor de los casos irresponsable y en el peor, molesto. No hay una crisis en Rusia, ni financiera, ni económica ni en el mercado del dinero.
(Editorial)

Moscow Times

Los bancos rusos están enfermos, tosen y resollan. Dialog Optim anunció que estaba limitando el retiro de depósitos, mientras le revocaron la licencia al Credit Trust. Es asombroso. Según el barómetro financiero, deberían estar completamente calmos y sin embargo una tormenta se está gestando: tasas de interés en el mercado de préstamo interbancario están rompiendo los records, y la única cosa que puede salvar a Rusia de una crisis bancaria sería la ausencia de un sistema bancario. Todo comenzó cuando al Sodbiznesbank le sacaron la licencia entre acusaciones de lavado de dinero conectadas a una investigación por asesinato. El dinero por rescate del director general del KamAZ, Viktor Faber, secuestrado y asesinado por el grupo criminal tagiri, fue transferido a cuentas que ciertas compañías abrieron en el Sodbiznesbank. .
(Julia Latynina)