EL MUNDO
Descansando en paz
El clérigo Muqtada al Sadr entregó ayer a las autoridades religiosas chiítas la custodia de la Gran Mezquita de Najaf después de que sus combatientes del Ejército del Mehdi acataran la orden de abandonar el templo. La entrega de las llaves del recinto religioso más importante para la comunidad musulmana chiíta, y que los milicianos emplearon como base militar, es un paso hacia la resolución del conflicto armado surgido el 5 de agosto en la ciudad santa. “El recinto del santuario ha sido evacuado, y sus llaves entregadas a la autoridad religiosa”, declaró el clérigo Ahmed Jaffar, portavoz del gran ayatolá Alí Sistani, que logró la solución luego de un tendal de muertos. El Ministerio de Sanidad indicó que 110 personas murieron y otras 501 resultaron heridas el jueves en Najaf y Kufa. EE.UU. saludó el acuerdo, pero lo atribuyó a la acción de sus tropas.