EL MUNDO › LA DESAPARICION DE 60 MIL BOLETAS EN FLORIDA
Hay votantes, no formularios
Por E. F.
Desde Broward, Florida
La amable quietud de la localidad de Broward quedó perturbada por una misteriosa desaparición. Aquí nadie sabe dónde están los casi 60 mil formularios de voto enviados por correo hace tres semanas, pero jamás recibidos por los electores. En el tranquilo condado de Broward, el más poblado de Florida, los habitantes han inundado de llamadas telefónicas los servicios electorales, pero nadie sabe decir qué pasó. Las 58.600 boletas de voto desaparecieron como por arte de magia de esta localidad en donde, en las elecciones del 2000, el candidato demócrata obtuvo su mejor resultado, 67 por ciento de los votos. Los formularios faltantes representan un elevado volumen, ya que equivalen al 5 por ciento de las personas con derecho a voto.
El miedo a que el fiasco electoral del 2000 vuelva a repetirse hizo reaccionar a las autoridades. Molesta aunque estoica, Brenda Snipes, la responsable electoral local, prometió que los formularios faltantes serían enviados nuevamente a partir de hoy. El asunto es altamente enigmático. La policía llevó a cabo una investigación pero, en apariencia, no se descubrió ningún fraude. Brenda Snipes confiesa que ni ella sabe cómo explicar la desaparición de las boletas. En momentos en que los sondeos de opinión publicados por la prensa local le otorgan al candidato republicano una ventaja de tres puntos en este Estado, los abogados aprovecharon el caso de Broward para presentar nuevas querellas y poner en tela de juicio el sistema de voto en un Estado donde la sombra de lo ocurrido en las pasadas elecciones se torna cada vez más insinuante.
Aunque se desconoce el número exacto, en el condado vecino de Miami Beach miles de habitantes se quejan por lo mismo: invitados a votar por anticipación, sea en las oficinas de voto o por correo, nunca recibieron los formularios necesarios. Casi un millón y medio de personas ya votaron en Florida y, según estimaciones del estado, cerca de 2 millones habrán emitido su voto antes del 2 de noviembre, lo que equivale al 20 por ciento del total de inscriptos. La “pérdida” de los 58 mil formularios ha puesto de nuevo a Florida en el ojo del ciclón de la desconfianza, las especulaciones cambiantes y la duda. Los servicios postales del estado aseguraron ayer que los sobres con los formularios habían efectivamente transitado por las oficinas y salido de ellas hacia sus respectivos destinatarios. Gisela Salas, una de las personas que supervisa las elecciones en Florida, señaló que los 58 mil “kits” de voto fueron enviados por el correo entre el 7 y el 8 de octubre. Sin embargo, no están por ningún lado.
Miguel del Alvarez, uno de los inspectores de los servicios postales norteamericanos, pone en tela de juicio esa versión: queda aún por saber si los kits fueron realmente entregados al correo. Realista, Alvarez dijo que es “altamente improbable que 58 mil correos desaparezcan pura y simplemente”. Esta es la segunda desaparición masiva a la que se ve confrontada la administración Bush en el curso de los últimos 8 días. En Irak se esfumaron 400 kilos de explosivos y en Florida faltan cerca de 60 mil planillas para voto. Gisela Salas señaló no obstante que el incidente no representaba un desastre electoral porque los electores contaban con la opción de votar antes de lo previsto.
El presidente del partido republicano, Marc Racicot, comunicó que ya se habían iniciado 35 procesos en 17 estados –la elección todavía no empezó realmente–. Los ánimos están a tal punto candentes que, hace dos días, un columnista del Washington Post escribió que no “está claro si el presidente Bush está haciendo campaña u organizando un golpe de Estado”. Con ese telón de fondo, Joane Wright, directora adjunta de la ONG Project Vote, adelantó que no le llamaría la atención “que el resultado no se decidiera el 2 de noviembre”. Los demócratas acusan a los republicanos dehacer todo cuanto está a su alcance para “borrar” electores, y los republicanos dicen que los partidarios de Kerry recurren a todos los medios imaginables para intimidar a sus votantes o agregar falsos electores en las listas. Estados Unidos tiene, en suma, dos elecciones simultáneas: la población debe elegir entre dos candidatos y también qué día y con qué sistema –correo, pantalla táctil– es más conveniente votar para que no desaparezca el voto.