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El asesino millonario vuelve a tratar de escaparse. El ex dictador chileno Augusto Pinochet fue internado ayer a causa de un accidente cerebrovascular, justo dos días antes de que la Justicia decida si suspende o no su orden de arresto domiciliario por los crímenes del Plan Cóndor. Por otra parte, el gigante de defensa británico BAE Systems podría estar relacionado con varias compras de armas incluidas en sus cuentas millonarias descubiertas en Estados Unidos, afirmó ayer el diario The Guardian. Así, el general coronó una semana movida en la que se pidió su desafuero por esas cuentas secretas y casi queda arrestado.
El director médico del Hospital Militar, doctor Lyonel Gómez, informó que Pinochet sufrió un nuevo “accidente cerebrovascular con pérdida de conciencia, déficit neurológico y alteración de su motricidad”. El ex dictador permanecerá internado por tiempo indeterminado, precisó Gómez, quien emitirá un nuevo parte médico hoy a las 11 horas. El médico agregó que Pinochet “ha evolucionado con signos vitales estables y recuperación parcial de conciencia y permanecerá hospitalizado para exámenes y control de su evolución”. “Se sintió mal y el médico tomó la precaución de llevarlo al hospital para un examen. Eso es todo”, dijo uno de sus más estrechos colaboradores, el general retirado Guillermo Garín. Garín se ocupó de aclarar que la situación médica por la que atraviesa Pinochet “no tiene nada que ver con la parte judicial”. El vocero agregó que “la verdad es que una persona de 89 años y con las enfermedades que tiene, lo más probable es que tenga problemas de salud permanentemente”.
Pero muchos medios especulaban con que las complicaciones de salud de Pinochet coinciden con su situación judicial y, específicamente, con el dictamen de la Corte de Apelaciones. Este tribunal debe decidir mañana si suspende o no el arresto domiciliario que ordenó el juez Juan Guzmán Tapia tras el hábeas corpus (recurso de amparo) presentado por su defensa. El juez, que accedió a que Pinochet cumpliera el arresto en su finca costera de Los Boldos, estudia su responsabilidad en los crímenes del Plan Cóndor, un plan represivo aplicado en los años 70 por las dictaduras militares sudamericanas para eliminar a sus opositores.
El comandante en jefe del ejército, general Juan Emilio Cheyre, estuvo en el hospital luego del ingreso de su ex jefe y salió horas más tarde sin hacer declaraciones. Uno de los hijos de Pinochet, Marco Antonio, declaró que el infarto que sufrió su padre fue “más fuerte que los anteriores, debido al estrés que ha sufrido”. Y desafió: “Me gustaría que (el juez Guzmán) viniera a verlo para que se cerciore de lo mal que está”.
El ex hombre fuerte chileno afronta, además, una investigación y demandas por fraude al fisco chileno y por enriquecimiento ilícito tras el descubrimiento de cuentas secretas en el Banco Riggs de Estados Unidos, el juez Muñoz está a cargo de la causa. Según The Guardian, en esas cuentas aparecen transacciones ligadas a la compra de armas a la empresa Royal Ordnance, una subsidiaria de BAE, que al parecer fueron llevadas a cabo por Pinochet cuando ya no era el jefe de gobierno de facto en Chile. Un documento obtenido por el diario incluye un apartado llamado “Comisiones de servicio al extranjero realizada por el señor Augusto Pinochet Ugarte”, donde se resumen una serie de viajes al extranjero del ex dictador. El primer registro, que data de septiembre de 1995, incluye la cifra de tres millones de dólares en referencia a un viaje al Reino Unido de Pinochet para visitar a una serie de compañías, además de a Malasia y Brasil. El diario británico recuerda que ése fue el momento en que se firmó el fallido proyecto del ejército chileno llamado “Rayo”, un cohete de mediano alcance que el ejército chileno fabricó en conjunto con Royal Ordnance. Otra anotación del documento fue hecha en 1997 y se refiere a una visita a China e Inglaterra del ex dictador, bajo el título “Invitación industria Royal Ordnance”, junto a la cifra de 2,5 millones de dólares. Según una investigación del Senado estadounidense Pinochet llegó a acumular en el Riggs una fortuna de hasta doce millones de dólares. La prensa local informó que el ex dictador declaró que está cercano su fin y que quiere que se aclare el caso de las cuentas secretas, razón por la cual desea declarar ante el juez. “No soy ladrón, no he robado y quiero declarar ante el juez”, le dijo Pinochet a su abogado de acuerdo a El Mercurio. Según este diario, la querella utilizará este argumento para probar las buenas condiciones mentales en que se encuentra Pinochet, y de esta manera echar por tierra la postura de la defensa que insiste en que no puede ser procesado por razones mentales. “Eso sólo lo puede decir una persona que tiene discernimiento, que puede distinguir el bien del mal”, aseguró Contreras y acotó que es extraño que la defensa quiera que Pinochet declare ante el juez Muñoz pero que lo califique de incapacitado para comparecer en una causa de derechos humanos.