EL MUNDO › INVESTIGAN LA MISTERIOSA MUERTE DEL MINISTRO DE TRANSPORTE
El ucraniano que se aferra a su silla
El premier de Ucrania, Yanukovich, sigue en funciones, sin reconocer su derrota. Yuschenko llamó a bloquear hoy la sede de su gobierno.
Por Rodrigo Fernández *
Desde Kiev
Mientras la Comisión Electoral Central anunciaba el fin del escrutinio preliminar de los comicios presidenciales del domingo –con una victoria del liberal Viktor Yuschenko por más de dos millones de votos–, Viktor Yanukovich, que se niega a reconocer su derrota, regresó a su despacho para reasumir sus labores de primer ministro tras las vacaciones que se tomó durante la última etapa de las elecciones. Yuschenko llamó ayer a sus partidarios a bloquear hoy la sede del gobierno en Kiev.
“No habrá reunión del gabinete de Yanukovich porque es ilegítimo. Hace mucho que el Parlamento lo destituyó”, declaró ayer Yuschenko ante los manifestantes reunidos en el centro de Kiev, en alusión a un voto de censura contra el primer ministro, que no promulgó el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma. El líder opositor dijo que disponía de información sobre una “precipitada privatización ilegal, movimientos de grandes sumas de dinero y creación de estructuras comerciales” por parte del gobierno que dejará el poder antes de mediados de enero próximo. A diferencia de Yanukovich, Nikolai Azarov, que ejerció de forma interina la dirección del gobierno desde el 7 de diciembre, sí reconoció el triunfo de Yuschenko y opinó que los comicios habían transcurrido “democráticamente”.
Escrutado el 100 por ciento de los votos, el prooccidental Yuschenko obtuvo el 51,99 por ciento contra el 44,19 por ciento para el oficialista Yanukovich. La comisión electoral, sin embargo, no dará a conocer los resultados oficiales definitivos hasta que el Tribunal Supremo dé su veredicto sobre las impugnaciones que hará el equipo del primer ministro. Este sostiene que durante la jornada electoral del domingo fueron violadas la Constitución y los derechos humanos. Sin embargo, hay unanimidad entre los expertos al considerar que el Alto Tribunal no anulará esta vez los resultados de los comicios, ya que ni la comisión electoral ni los observadores internacionales registraron irregularidades de importancia. En contraste, la Cancillería rusa expresó ayer en Moscú dudas sobre “el grado de objetividad” de las conclusiones de las misiones de observación de la OSCE respecto de las elecciones en Ucrania y en Uzbekistán, dijo el portavoz de la cartera, Alexander Yakovenko.
Mientras tanto, la elite política ucraniana permanece consternada por la misteriosa muerte, en la tarde del lunes, del ministro de Transporte y Comunicaciones, Gueorgui Kirpa, uno de los hombres más influyentes y ricos del país. La fiscalía ucraniana ha abierto una causa criminal por “inducción al suicidio”. El deceso de Kirpa, quien aparentemente se suicidó disparándose un tiro en la sien, se produjo después de que a su casa de Bornichí, en los alrededores de Kiev, lo visitara “un alto ejecutivo gubernamental”, según informaciones no confirmadas de manera oficial.
Con anterioridad a la presunta visita, Kirpa había mantenido dos conversaciones telefónicas: una con su esposa –dos horas antes del suceso– y otra con una persona no identificada. Kirpa, que tenía 58 años, era un político de importancia –fue candidato a primer ministro en una época y lo podría haber sido a presidente–, miembro clave del equipo de Leonid Kuchma, el jefe de Estado saliente, a quien con frecuencia acompañaba en sus viajes al exterior e incluso de vacaciones. Ahora corren los más diversos rumores sobre su muerte: que fue un asesinato, que tiene motivos políticos, que es cuestión de las mafias y de dinero...
Así, los vecinos aseguran que oyeron varios disparos y no uno –lo que avalaría la hipótesis de un crimen–, pero la policía asegura haber encontrado sólo un cartucho y una bala de 5.45 mm perteneciente a una pistola PSM. Además, el guardia asegura que Kirpa estaba solo y las cámaras de vigilancia muestran que nadie lo acompañaba cuando entró a la casita de verano donde hallaron su cadáver.
El ex viceministro de Transporte Iván Sali sostiene que la muerte de Kirpa tiene motivos financieros y deudas. Por ejemplo, dice, el dinero entregado por el Estado para construir un puente en Kiev se ha esfumado, cuando ni siquiera han comenzado los trabajos para tenderlo. El diputado Vladimir Stretovich piensa que Kirpa estaba siendo presionado y chantajeado, y además dice que los ferrocarriles que dirigía el ministro estuvieron mezclados en las manipulaciones de la voluntad popular en la reciente campaña electoral presidencial. Nestor Sufrich, representante de Yanukovich en la comisión electoral, considera que Kirpa se suicidó después de conversar con un miembro del equipo de Yuschenko y señaló que en más de una ocasión gente de Nuestra Ucrania, el bloque del economista liberal vencedor en los comicios del domingo, había amenazado con ajustar cuentas con sus opositores.
El parlamentario socialista Yuri Lutsenko piensa que la muerte de Kirpa está relacionada con los enormes abusos en favor de los clanes progubernamentales cometidos por el ministro. Concretamente, acusa a Kirpa, junto con Yanukovich, de haber creado de hecho una compañía ferroviaria privada que gozaba de un 30 por ciento de descuento en el transporte de carga por las vías férreas estatales.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.