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Tres argentinos permanecían desaparecidos anoche en la zona del desastre, mientras se intentaba determinar si otros diez se encontraban en las áreas que sufrieron los efectos del terremoto y los tsunamis. Dos de los desaparecidos son el ingeniero Diego Talevi y su hijo, Bruno, arrastrados por la ola gigante que arrasó la isla de Phuket, en Tailandia. El tercero es un turista que se encontraba en Sri Lanka en el momento en que se produjo el impacto de la ola y no se supo nada más de él. Otros 41 argentinos fueron ubicados a salvo (entre ellos María Carolina Vardabasso Blanco, esposa de Talevi) y diez de ellos, ayer por la tarde, habían regresado al país en un vuelo de Malasyan Airlines (ver aparte). En ese mismo vuelo, por la noche, viajaban hacia Kuala Lumpur, Malasia, los padres del ingeniero Talevi.
Según aseguraron voceros de la Cancillería a Página/12, son 54 los argentinos que desde que se desató el terremoto el domingo pasado por la mañana fueron buscados por los representantes del país en la región. “De los 54, 41 ya fueron ubicados y están a salvo”, agregó la misma fuente. De los 13 restantes, tres están considerados desaparecidos y con los otros diez se busca establecer contacto. Técnicamente, las autoridades diferencian a aquellos considerados como desaparecidos porque se sabe que estaban en el lugar o fueron vistos cuando eran arrastrados por la ola. Tal es el caso del ingeniero Diego Talevi y su hijo Bruno, de cuyo caso atestiguó su propia esposa, María Carolina Vardabasso Blanco, quien se encuentra hospitalizada en Tailandia. A ellos dos se suma el pedido de los familiares de un turista (varón, aunque no se proporcionaron otros datos) que se encontraba en Tailandia y luego se supo que había viajado a Sri Lanka en el preciso momento en que el tsunami arrasó las playas orientales de la isla, al sur de India.
De los diez restantes, no hay constancia de que se encontraran en alguna de las áreas golpeadas en el momento de la tragedia. Su búsqueda surge a pedido de familiares que llaman a la Cancillería o a las embajadas para informar sin demasiadas precisiones que, en algún momento, sus familiares tenían como escala alguno de los puntos críticos, aunque no saben si en el momento del terremoto se encontraban en la zona devastada. En la mayor parte de los casos, lo que ocurrió tras la búsqueda fue que se hizo contacto y se encontraban hospitalizados, o en la zona pero sin consecuencias. En otros casos, estaban fuera de la región. Uno de ellos, buscado en Indonesia, se comunicó con sus familiares desde la isla de Bali, donde se encontraba en el momento en que se inició el terremoto.
El encargado de Negocios de la Embajada en Indonesia, Diego Alonso Garcés, informó que se pudo “contactar a tres de los ocho argentinos cuyos familiares pidieron noticias de ellos” en ese país, y agregó que sus familias “ya fueron notificadas de que se encuentran en buen estado”. Luego se agregó el cuarto (Bali). Según Garcés, los cuatro restantes se encuentran entre Bali y Java, que no fueron afectadas.
Entre tanto, los diez que siguen sin poder ser ubicados pero sin el rótulo de desaparecidos son buscados en Tailandia. Entre los 41 se encuentran el matrimonio de Juan Manuel Boloqui y su esposa tailandesa, que se encontraban de luna de miel en la arrasada isla de Phuket, en Tailandia. Boloqui, después de relatar cómo sobrevivieron a la ola gigante que inundó el hotel donde se encontraban, regresó con su pareja a Bangkok, donde residen. Anoche, Rodolfo Talevi y su esposa Alicia, padres del ingeniero desaparecido, pasaban a ser dos argentinos que se movían en sentido contrario al resto, hacia Tailandia, movidos por la desesperación y la esperanza.