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La lección de “democracia W2” da escalofríos a Putin

Bush se reunió ayer con su par ruso y le manifestó “preocupación” por la democracia rusa y éste defendió sus reformas internas. Ambos estuvieron de acuerdo en evitar que Irán y Corea del Norte desarrollen armas nucleares.

Por Andrew Osborne *
Desde Bratislava

El presidente estadounidense, George Bush, sometió ayer al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a un bizarro discurso público sobre los fundamentos de la democracia, inyectando un escalofrío a una relación que hasta ahora ha sido caracterizada por la buena voluntad. En la capital de Eslovaquia, Bratislava, Bush eligió una crítica cuidadosamente dirigida al estado de la democracia en Rusia, con la que los miembros más duros de su administración dicen haber perdido la paciencia. Putin había querido hablar sobre los esfuerzos conjuntos de ambos países para combatir el terrorismo, pero en cambio se vio forzado a defender sus reformas internas y su compromiso con la democracia.
Un Putin serio pero visiblemente irritado se movía inquieto mientras escuchaba a Bush decir en una conferencia de prensa que le habían dicho que Washington tenía “preocupaciones sobre el compromiso de Rusia en cumplir” con “los principios universales” de la democracia. “Las democracias siempre reflejan las costumbres y la cultura de un país y yo sé eso”, dijo Bush. “Sin embargo, las democracias tiene ciertas cosas en común; tienen el estado de derecho, la protección para minorías, prensa libre y una oposición política viable.” “Respeto algunas de las ideas de Bush y las tendré en cuenta. Sobre otras no haré comentarios”, declaró el presidente ruso. “No hay que crear problemas sin motivos, que pueden poner en peligro nuestra relación”, enfatizó.
Los funcionarios rusos trataron de minimizar la tensión en la reunión al sugerir que la relación de los dos hombres había madurado a un nivel en que podían decirse ahora cosas que el otro podía no querer oír. Ambos, sin embargo, no podían verse más distintos. Bush parecía satisfecho de haber obligado a Putin a justificar sus opiniones sobre la democracia y afirmó que una declaración del líder ruso prometiendo no volverse atrás fue el momento más importante de la reunión. Putin dijo: “Rusia eligió la democracia hace catorce años sin una presión de afuera. Hizo la elección sola, por sus propios intereses y por su gente y sus ciudadanos. Fue una elección definitiva y no hay vuelta atrás”. Una vuelta al totalitarismo era imposible, añadió. Aunque no se permitió charla informal alguna, que tanto le gusta a Bush, y parecía aliviado cuando se fue del escenario con un rígido apretón de manos.
Bush, en un discurso anterior en la plaza central de la ciudad, se “deleitó” con las revoluciones en las ex repúblicas soviéticas de Ucrania y Georgia, a las que Moscú se opone. Ignorando las sensibilidades rusas sobre su antigua esfera de influencia, también dijo que esperaba progresos similares en Bielorrusia y Moldavia.
Algunos acuerdos surgieron de la cumbre de ayer. Evitar que Irán y Corea del Norte adquieran armas nucleares, poner a salvo los medios nucleares en ambos países, regular la venta de misiles portátiles antiaéreos y acelerar la entrada de Rusia a la Organización Mundial de Comercio.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère

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George W. Bush y Vladimir Putin, al final del periplo del primero.
 
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