EL MUNDO › EL CANCILLER SOCIALDEMOCRATA AVANZA EN SU JUGADA
Alemania entra en campaña
Gerhard Schroeder se someterá a una moción de confianza el 1º de julio en vías del adelantamiento de las elecciones generales, tras la derrota en Renania-Westfalia.
Por Ana Carbajosa *
Desde Berlín
La socialdemocracia alemana (SPD) tiene cuatro meses para levantar cabeza, después de que la derrota en Renania del Norte-Westfalia forzara al canciller alemán, Gerhard Schroeder, a pedir la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo otoño. Schroeder pedirá la confianza al Parlamento Federal el 1º de julio que, de ser rechazada –la coalición rojiverde, que domina la Cámara baja se abstendría–, corresponderá al presidente de la República decidir la disolución de la Cámara. Los comicios tendrían lugar a más tardar a mediados de septiembre. El SPD confirmó ayer que Schroeder será el candidato del partido y que no piensan renunciar a su programa de reformas. El presidente del partido ecologista (verde), Reinhard Butikofer, aseguró ayer que su partido va a “movilizarse inmediatamente” para entrar en campaña.
El gobierno descartó que se vayan a producir cambios en el gabinete para buscar una salida a la crisis. “Lo que el canciller y yo proponemos no es un camino fácil, pero estoy convencido de que es el correcto”, sentenció ayer el presidente del SPD, Franz Müntefering. El ministro de Relaciones Exteriores, el verde Joschka Fischer, también adelantó que él dirigirá la campaña de los verdes con todas sus fuerzas para tratar de lograr un tercer mandato para la coalición rojiverde. Fischer, todavía tocado por el escándalo de los visados concedidos masivamente a ciudadanos de países ex soviéticos, sostuvo sin embargo que ha recibido toda la confianza de su formación, tras obtener un pobre resultado (6,2%) el domingo en Düsseldorf, que los llevó a perder el último estado en el que gobernaban.
Contra todo pronóstico, tras el batacazo electoral –los resultados todavía provisionales otorgan un 37,1 por ciento de los votos al SPD, el más bajo desde 1954–, Schroeder no tiene previsto ni remodelar su gabinete ni hacer concesiones al ala izquierda de su partido, que ayer mismo pidió seguir la vía de las críticas al capitalismo como estrategia electoral. “Necesitamos un tema cuyo contenido marque una verdadera diferencia con la oposición. Desde mi punto de vista, debe consistir en dar continuidad a las críticas al capitalismo”, declaró a la cadena de televisión ZDF Michael Müller, vicepresidente del grupo parlamentario socialdemócrata, citado por la Agencia France Presse. Fue el propio presidente de la formación, Franz Müntefering –quien de cara a los comicios en Renania-Westfalia lanzó a la arena política duras críticas contra el capitalismo y los empresarios– el que zanjó las especulaciones de un posible viraje a la izquierda de su formación, dándole la espalda a los más críticos.
Müntefering advirtió ayer que las reformas del mercado contenidas en la llamada Agenda 2010 seguirán adelante tal y como se concibieron. El portavoz del gobierno, Bela Anda, aseguró que “no habrá cambios en el gabinete”, después de que la prensa alemana llevara semanas especulando sobre posibles cambios de carteras si el SPD perdía Renania-Westfalia. El sector crítico del SPD pedía la salida del superministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, cabeza visible de las reformas. Demandas que quedaron ayer también frustradas tras la arriesgada decisión de Schroeder de ofrecer más de lo mismo a unos electores que hasta el momento no han sido capaces de digerir los cambios que propone el canciller. El adelanto electoral resultó una sorpresa para parte de la clase política alemana (ni siquiera el presidente de los verdes, Reinhard Butikofer lo sabía), en un país donde las elecciones anticipadas se consideran una medida muy extraordinaria. La última vez que sucedió algo parecido fue en 1982 cuando el canciller Helmut Kohl pidió un voto de confianza, en el que sus partidarios se abstuvieron. Varios diputados impugnaron la maniobra ante el Supremo que, sin embargo, finalmente dio luz verde a las aspiraciones del ex canciller pese a presentar objeciones.
Tras la debacle electoral del domingo en el Estado más poblado de Alemania, y con los sondeos en su contra (sólo un 28% votaría hoy al canciller frente al 46% que apoyaría a la CDU), Schroeder ha apostado por adoptar medidas drásticas para tratar de recuperar la confianza del electorado, decepcionado por la crisis económica que atraviesa el país y los escasos resultados que por el momento han dado los planes de reformas económicas y del mercado de trabajo, la agenda 2010. El desempleo alcanzó en enero la cifra histórica de cinco millones (a los que hay que añadir alrededor de un millón de desocupados que participan en los planes de formación) y las perspectivas de crecimiento económico para este año no superan el 1 por ciento.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.