EL MUNDO › AL MENOS 50 MUERTOS Y 140 HERIDOS
Un día explosivo en Irak
El asesinato del comandante de una unidad antiterrorista iraquí es otra demostración de la penetración de la insurgencia iraquí en las nuevas estructuras gubernamentales. Wael al Rubaie murió en una emboscada –que el ala iraquí de Al Qaida ya reivindicó–, en una jornada con una serie de ataques que dejaron al menos 50 muertos y 140 heridos. También fue asesinado en el centro de esa ciudad Alí Moussa, un alto funcionario del Ministerio de Comercio de Irak y asesor del primer ministro, y su chofer.
En Samarra, 125 kilómetros al norte de Bagdad, se registraron varios ataques. Tres coches bomba estallaron cerca de una base y un convoy estadounidenses, dejando 4 muertos y 16 heridos, entre ellos tres soldados de Estados Unidos. Por otro lado, una base del ejército fue atacada con morteros ayer a la mañana, dejando dos soldados iraquíes muertos y otro herido. Y los ataques contra la población chiíta no se detienen. Un atacante suicida con coche bomba se lanzó contra personas que acudían a la mezquita Al Abbas en Al Mahmoudia, 35 kilómetros al sur de Bagdad, en un atentado que le costó la vida a ocho iraquíes y dejó al menos 23 heridos.
En el norte del país, dos coches bomba explotaron con una diferencia de cinco minutos en la ciudad de Tel Afar, unos 60 kilómetros al noroeste de Mosul, ante la vivienda de un líder tribal turkmeno. La misma casa había sido atacada con granadas por la mañana, cuando murió uno de los hijos del jefe tribal. Estos atentados habrían dejado 30 muertos y 10 heridos.