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Al menos 20 muertos y una ola de violencia que parece no tener fin son los argumentos para las críticas a la misión de la ONU liderada por Brasil en Haití y la preocupación de Estados Unidos, que podría mandar marines para intentar estabilizar el país. La idea se la habría dado el diario Washington Post en su editorial: “Se necesita una operación de socorro en este país y probablemente no se puede hacer sin la ayuda de las tropas estadounidenses”. El canciller brasileño rechazó las críticas aunque reconoció que la situación “es difícil”.
En un intento de reivindicar el liderazgo brasileño, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, aseguró que “sería un error decidir brutalmente que la Minustah –nombre de la misión de la ONU– no funciona”. “Los brasileños y otros han asumido la responsabilidad y necesitamos hacerlo funcionar”, agregó. Sin embargo, la embajada estadounidense en Haití pidió a la administración de George W. Bush que estudie la posibilidad de enviar varios centenares de marines a Haití para luchar contra la inseguridad.
Amorim afirmó que no se opone al ingreso de marines, sin embargo preguntó: “¿Pero están los estadounidenses listos para ir?”. El cuestionamiento se debe a que la Minustah es “una fuerza multinacional” y, por ende, “bajo mandato de la ONU”. El canciller no dejó de destacar los éxitos de la misión y aseguró que “cuando se habla (en Haití) de la posibilidad de que se vayan los soldados brasileños, esa es causa de gran preocupación, incluso entre elementos de la oposición”.
A menos de una semana del ataque a una comisaría y un mercado en Puerto Príncipe, un operativo policial dejó ayer al menos 20 muertos en uno de los barrios más pobres de la capital y bastión de los grupos que apoyan al ex presidente Jean Bertrand Aristide. Mientras tanto, la Minustah y el gobierno provisional de Haití proyectan elecciones municipales para el próximo 9 de octubre, seguidas luego por las legislativas, el 13 de noviembre, y las presidenciales, el 18 de diciembre.