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Por Colin Brown *

Tony Blair quiere quedarse en el cargo 10 años luego de la decisión que se anunciará hoy para suspender en Gran Bretaña el referéndum sobre la Constitución Europea. Fuentes del gabinete aseguraron ayer que Blair desea quedarse hasta julio de 2007, habiéndose desempeñado por 10 años como primer ministro. Está resistiendo las presiones para anunciar un cronograma con su partida, pero es cada vez más probable que Blair se despida en la conferencia anual de su partido del año que viene, y que entregue el poder el verano siguiente. “Tony quiere cumplir 10 años como Thatcher,” afirmó un ministro del gabinete.
Muchos pensaron que daría un paso al costado luego del referéndum de la Unión Europea del año próximo, pero su cancelación incentiva la especulación entre los ministros sobre cuándo le dará la sucesión a Gordon Brown. Peter Mandelson, el comisionado europeo, que se mantiene junto a Blair, dio una pista de la agenda ayer, al decir en el programa de Jonathan Dimbledy en ITV que Blair tenía un “llamado reciente” para liderar la salida de Europa de la crisis por la Constitución de la UE cuando Blair se haga cargo de la presidencia de la UE en julio. Dijo que Blair debería tener “dos a tres años” más como primer ministro antes de renunciar. Aliados de Brown le dijeron a Blair que debía dejar el cargo en los próximos 18 meses, luego de que una declaración en Downing Street, inmediatamente después de las elecciones del 5 de mayo, los alarmara ya que quería continuar por tres años y medio, dejándole poco tiempo al canciller para prepararse para la elección general. Es posible que le permitan a Blair quedarse unos seis meses más para alcanzar sus diez años de gestión, pero no apoyarán un dilatamiento mayor.
Se espera que Blair se siente junto a Jack Straw hoy, antes de viajar a Washington, para que el ministro de Relaciones Exteriores les comunique a los miembros del Parlamento –en comparecencia ante la Cámara de los Comunes– que quedará en suspenso el proyecto de ley que abre la vía a la consulta. Los ministros insisten en que Gran Bretaña no llevará adelante el referéndum ya que un voto por el “no” jugaría a favor de los euroescépticos. El primer ministro les ha dicho a sus homólogos que Gran Bretaña está preparada para aceptar reformas “sensibles” a la UE sin un referéndum, como dar al Parlamento británico más injerencia sobre las políticas de la Comisión Europea, y abrir las reuniones del consejo a las Cámaras por primera vez.
Sin embargo, esto activará las alarmas de advertencia entre los euroescépticos de que Blair está listo para negociar su salida de la crisis, concediéndoles espacio en las reformas a Jacques Chirac, el presidente francés, y a Gerhard Schroeder, el canciller alemán. Frank Field, antiguo ministro laborista de Bienestar Social, advirtió ayer a Blair, en GMTV, de permitir la integración “por la puerta de atrás”. Los euroescépticos se opondrán a cualquier intento de crear un ministro de Relaciones Exteriores Europeo y reemplazar la presidencia rotativa por un presidente de la UE más permanente, sin un proceso de ratificación.
Straw repetirá la postura de Downing Street, que asegura que debe haber una pausa y un “tiempo para la reflexión” antes de acordar el próximo paso en el consejo de ministros europeo el 16 de junio. No obstante, dejará claro que Gran Bretaña no está de acuerdo con Chirac y Schroeder sobre que la Constitución de la UE debe proceder sin importar el “non” francés y el “nee” holandés de la semana pasada. “Está muerta”, ya afirmó el ministro británico. Asimismo, hay dudas sobre si Schroeder sobrevivirá a su propia elección general adelantada para este año, y si Chirac será percibido como “terminado” por el voto “no” de su país.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta.