EL MUNDO › LUZ VERDE EN EL PARLAMENTO PARA
LA SALIDA UNILATERAL DE GAZA
Desconectando a la extrema derecha
En medio de las protestas de israelíes de ultraderecha contrarios a la evacuación de las colonias, la Knesset rechazó posponer tres meses el plan para el próximo mes.
Por Donald Macintyre *
Desde Kfar Maimon
La protesta masiva de los colonos contra la desconexión de Gaza mostró señales de haber perdido su impacto ayer cuando la Knesset rechazó los pedidos del ala derecha para posponer por tres meses los planes de evacuación. Mientras los colonos continuaban con los planes para retomar las marchas prohibidas hacia el asentamiento de Gush Katif en Gaza, el comisionado de la policía israelí, Moshe Karadi, predijo un final inminente para las protestas y aseguró que espera que esto ocurra “con una confrontación limitada de parte de los manifestantes”.
Karadi les dijo a los miles de policías y tropas que rodearon a los manifestantes que acampaban en la pequeña comunidad agraria, que “ambos lados entienden que la violencia no está permitida”. Agregó que esperaba que “los que se oponen a la retirada de Gaza del mes que viene puedan expresar su protesta de la manera que quieran y que nosotros, por nuestra parte, podamos proceder con los preparativos para la separación”.
Como los colonos amenazaron con retomar la marcha antes del anochecer, refuerzos de la policía y de tropas fueron trasladados hasta la entrada de Kfar Maimon, en lo que parece un esfuerzo para definitivamente controlar cualquier estallido de violencia. Aunque la entrada seguía estando cerrada, los manifestantes pudieron entrar y salir con bastante libertad a través de varios agujeros en el vallado.
Luego de que la Knesset (Parlamento) rechazó, por pequeños márgenes, tres leyes –muy de derecha– que proponían posponer el plan de retirada, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, aseguró: “Estoy feliz con el resultado. En la votación de hoy vi una expresión real de la democracia. Prueba que el gobierno, la Knesset y la ciudadanía apoyan la retirada”.
El ministro de Economía, Benjamin Netanyahu, junto con el ministro de Educación, Limor Livnat, se abstuvieron en la votación de ayer, lo que aparentemente enojó a su colegas gubernamentales y a los líderes de los colonos. A pesar de que Netanyahu, que es un probable competidor de Sharon para el liderazgo del partido Likud, señaló que se abstendría, algunos de los asesores de Sharon lo amenazaron, según se informó, con echarlo si no votaba en contra de la propuesta de retraso.
Los ánimos del debate parlamentario de ayer se recalentaron debido a la confrontación en Kfar Maimon que cada vez más es vista como una importante disputa de fuerza entre el Estado israelí y el gobierno electo por un lado, y los judíos fundamentalistas que ven a cada metro cuadrado de los territorios ocupados como parte de la tierra de Israel, por el otro.
Las dificultades que el gobierno ha enfrentado para reforzar su autoridad fueron agravadas –como lo serán cuando la separación comience a mediados de agosto– por la determinación de las fuerzas de seguridad de evitar una confrontación violenta con los colonos hasta lo humanamente posible. Después de agradecer “a todos los que protegen la democracia y se aseguran de que podamos continuar y vivir en un Estado democrático”, Sharon agregó luego del voto en el Knesset ayer: “Entiendo el dolor de los colonos. Me duele a mí también. Yo también los amo. Espero que lo superemos. Todos somos una nación”.
Pero un editorial en Haaretz, el diario progresista israelí, pidió ayer una política más dura hacia la minoría israelí a favor de los asentamientos, enfatizando que la marcha había sido prohibida.
A pesar de que Benzi Lieberman, presidente del Consejo Yesha, representando a los colonos de Cisjordania dijo ayer, más temprano, que esperaba que el grueso de los manifestantes se fueran antes del comienzo del Sabbath en la noche de mañana, muchos de los que protestaban demostraron su determinación a pesar de las altas temperaturas para marchar al mayor asentamiento de Gaza, Gush Katif, ahora una zona militar cerrada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta