EL MUNDO
El que mató al otro Van Gogh
Mohamed Bouyeri, el holandés de origen marroquí que el pasado 2 de noviembre asesinó al cineasta Theo van Gogh, fue condenado ayer a cadena perpetua por un tribunal de Amsterdam. La sentencia –considerada excepcional, aunque también esperada– subraya la intención terrorista de un crimen “cometido en virtud de una interpretación extrema del Islam”. Bouyeri permaneció en silencio al conocer su condena, pero admitió que volvería a matar por Alá. Los jueces incluyeron en sus razonamientos la necesidad de recluirlo de por vida “por su nula posibilidad de reinserción”.