5.250 millones de dólares costará la ampliación del Canal de Panamá. Así lo anunció ayer el presidente Martín Torrijos al presentar el proyecto oficial, que deberá ser aprobado en un referéndum, seis meses después de ser convocado por el Congreso, y costará otros 7,8 millones de dólares. En su discurso, Torrijos enfatizó que las obras serán “autofinanciadas”, ya que los costos se irán pagando a través de un aumento gradual de los peajes y no con “los impuestos de los panameños”.

El Canal, que fue construido en 1914, nunca antes había sido ampliado y, según el gobierno, estaba perdiendo competitividad. Las obras permitirán que barcos gigantescos puedan circular, aumentando los beneficios económicos para el país. Sin embargo, no todos comparten el entusiasmo del gobierno. Un grupo de expertos, entre ellos el ex presidente Jorge Illueca, y organizaciones campesinas, que representan a las 182 mil personas que viven a lo largo del Canal, se oponen al proyecto de construir un tercer juego de esclusas, por considerarlo costoso y peligroso, ya que aseguran que las obras podrían causar inundaciones en las tierras aledañas. El proyecto, resultado de seis años de estudios, estima que las obras durarán unos ocho años.