EL MUNDO › OTRO DOMINO BURSATIL POR LOS FRAUDES CONTABLES EMPRESARIOS
Panic Inc., nueva industria de EE.UU.
La noticia de que la corporación farmacéutica norteamericana Myers Bristol-Squibb es sospechada de inflar sus balances con ventas falsas por 1000 millones de dólares desató una nueva jornada de pánico bursátil que se sintió especialmente en Europa y Asia. Y nadie cree que los escándalos vayan a cesar.
Volvió a ocurrir. Los escándalos seriales de las compañías norteamericanas produjeron otro día de tempestad en las Bolsas mundiales, aunque a última hora Wall Street se recuperó. La protagonista de este nuevo capítulo fue la compañía farmacéutica estadounidense Myers Bristol Squibb y la bola la echó a rodar el diario financiero londinense, que reveló que la corporación era sospechada de inflar sus ganancias en 1000 millones de dólares. Poco después, la compañía revelaba que estaba siendo objeto de una “investigación informal” por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus iniciales en inglés) y la propagación de la noticia causaba el derrumbe en seguidilla de las Bolsas europeas y un día de nervios en las estadounidenses. Nadie sabe qué pasará hoy, pero los mercados tienen una certeza: este escándalo no será el último.
Cuando, en diciembre de 2001, Enron Corporation se derrumbó en un caso de fraude contable, pudo parecer mala suerte. Ahora, con WorldCom, Xerox, Tyco, Merck, Adelphia y al menos ocho empresas más, comprometidas en escándalos similares, las sospechas se están extendiendo a todas las corporaciones sin que se sepa cuáles son las entidades financieras más expuestas al descalabro de las compañías. Los mercados bursátiles mundiales, a excepción de la mayoría de las plazas americanas, registraron ayer una segunda jornada negra consecutiva, con los índices alcanzando mínimos en cuatro o cinco años, en el marco del temor sobre la veracidad de las cuentas de grandes sociedades. Al final de una volátil jornada en la que los precios experimentaron fuertes alzas y bajas, la Bolsa estadounidense logró estabilizarse gracias a una búsqueda de buenos negocios. El Dow Jones, principal indicador de Wall Street, redujo fuertemente sus pérdidas para finalizar con un retroceso de 0,14 por ciento, en 8801,53 puntos, luego de haber caído cerca del umbral de 8600 puntos durante la jornada. El índice compuesto de la bolsa electrónica Nasdaq ganó 2,11 por ciento para cerrar en 1374,43 puntos, mientras que el índice Standard and Poor’s 500, más representativo de la tendencia general, perdió 0,75 por ciento, cerrando en 927,37 unidades. “El mercado se recuperó al final de la jornada, los volúmenes fueron importantes. Hubo una verdadera caza de buenos negocios”, observó Peter Cardillo, principal estratega de la casa de corretaje Global Partners Securities. Pero admitió: “Esta recuperación es esencialmente técnica y es aún demasiado pronto para decir que tocamos fondo”.
La verdadera catástrofe ocurrió en Europa. Allí las plazas bursátiles cayeron por segunda jornada consecutiva, con París registrando su nivel más bajo en cuatro años y Londres el menor en cinco años. Londres perdió 4,3 por ciento y París 3,95. El retroceso fue de 3,22 por ciento en Madrid, de 3,09 por ciento en Milán, de 4,10 en Zurich, de 4,39 en Amsterdam y de 1,67 en Francfort. “Los inversores temen que los escándalos financieros sigan surgiendo”, observó Peter Cardillo. “Llamemos a esto un pánico en ritmo lento”, comentó Richard Cripps, principal estratega de la casa de corretaje Legg Mason. “La caída de los mercados de acciones, de acentuarse, representaría una amenaza para el consumo, uno de los pilares de la recuperación”, teme el Banco Warburg, subrayando que el índice neoyorquino SP 500 “no había registrado tres años de baja consecutiva desde 1939-1941”. Sólo el retroceso de 2002 hizo “desaparecer casi 2,3 billones de dólares de riquezas”.
En América latina cayeron la Bolsa de Buenos Aires (-2,99 por ciento), la de Santiago (-1,27) y la de Caracas (-0,22), pero se repusieron las plazas de San Pablo, México y Lima. En Asia, a todo esto, el retroceso había sido general. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó un 1,89 por ciento, la Bolsa de Seúl el 3,75, Taiwan un 1,1 y Hong Kong el 2,1. En el mercado de cambios, el euro finalizó la jornada justo por debajo del nivel de 0,99 dólar, cuando se acentúa la presión sobre la moneda para que alcance la paridad con el dólar.
La posibilidad de una fuerte caída del dólar también pesa gravemente sobre la economía norteamericana, que ayer produjo nuevas cifras deaumento del desempleo (5,9 por ciento) y de los pedidos de subsidios por desempleo que son un balde de agua fría para los augures de la recuperación económica. La caída del dólar bajaría las importaciones norteamericanas, agravando lo que algunos creen que es una recesión internacional no declarada.