Martes, 26 de diciembre de 2006 | Hoy
Las bombas cayeron sobre aeropuertos controlados por las Cortes Islámicas enemigas del gobierno somalí y dejaron al cuerno de Africa al borde de otra guerra. Estados Unidos apoya a Etiopí
Por Steve Bloomfield *
El conflicto que está escalando en el Cuerno de Africa entró en una nueva y peligrosa fase ayer, cuando aviones MIG etíopes bombardearon el aeropuerto en Mogadiscio, horas después de que Meles Zenawi hubiera admitido por primera vez que su país estaba en guerra con las Cortes Islámicas de Somalia. Un segundo aeropuerto, el mayor aeropuerto militar del país, también fue atacado pero los informes previos indicaron que hubo pocos heridos en ambos bombardeos. Según lo que dijeron los funcionarios etíopes, el objetivo de los bombardeos era evitar que las milicias islámicas entraran nuevas armas y suministros militares.
Los combates se sucedieron durante siete días consecutivos en la línea de frontera de 400 kilómetros, mientras las tropas somalíes, apoyadas por los soldados etíopes, declaraban que habían capturado ciudades clave de las Cortes Islámicas. “Cualquiera que tenga un arma y no esté usando el uniforme del gobierno será considerado un terrorista”, dijo Aden Garase, un soldado del gobierno temporariamente a cargo de la ciudad clave de la frontera, Belet Weyne. Ambos lados declararon haber causado cientos de bajas y la Cruz Roja dijo que estaba tratando a 445 personas, combatientes y civiles, heridos durante los combates.
Esta no es una guerra normal entre dos países vecinos. Los gobiernos de Somalia y Etiopía están luchando en el mismo lado contra una coalición de las Cortes Islámicas que utilizó milicianos bien entrenados para tomar control de la mayoría del Sur y centro de Somalia desde que echó a los “señores de la guerra” apoyados por Estados Unidos de Mogadiscio en junio. Estados Unidos sostiene que las Cortes están dando asilo a un significativo número de sospechosos terroristas relacionados con Al Qaida, incluyendo a aquellos responsables por los bombardeos de la embajada de Estados Unidos en Nairobi y Dar-es-Salaam en 1998. Etiopía, una nación predominantemente cristiana, está inquieta por tener a sus puertas a un estado radical islámico. Se cree que los funcionarios militares estadounidenses le han dado una tácita luz verde a Meles para los ataques contra las Cortes, a pesar de que oficialmente dicen que le han dicho a Etiopía que “no se meta” en Somalia.
El gobierno somalí, establecido en la vecina Kenia en 2004, tiene poca autoridad y ha sido confinado a la ciudad de Baidoa, a unos 200 kilómetros de Mogadiscio. Con poco poder militar propio, el gobierno se ha volcado a Etiopía en busca de apoyo. Testigos han informado sobre la presencia de tropas etíopes dentro de Somalia desde julio, pero fue recién el domingo que Meles admitió que había enviado una fuerza. En un discurso nacional televisado, el primer ministro dijo que las tropas habían entrado en Somalia para “proteger la soberanía de la nación y atemperar los repetidos ataques de los terroristas de las Cortes Islámicas y a los elementos anti-etíopes que están apoyando”.
Etiopía tiene las fuerzas armadas de unos 100.000 soldados que son las mejor entrenadas y equipadas de la región. Pero aunque su capacidad militar es muy superior a la de las Cortes Islámicas, la victoria no será fácil. Pocas cosas unen a los somalíes, un país quebrado y dividido por las tensiones entre los clanes rivales. Pero la mayoría comparte un odio por Etiopía, que luchó dos guerras contra Somalia en los últimos 45 años y las Cortes Islámicas contarán con el apoyo de los somalíes comunes.
Los elementos de línea dura dentro de las Cortes quieren formar una “Somalia más Grande”, incluyendo distritos somalíes en Etiopía, Kenia y Djibouti. Los líderes más pragmáticos han emitido declaraciones respetando la soberanía de los vecinos de Somalia y parecen dispuestos a llegar a un pacto para compartir el poder con el gobierno. Pero la creciente retórica agresiva de Etiopía y de Estados Unidos –la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Jendayi Franzer, declaró este mes que las Cortes estaban dirigidas por una célula de Al Qaida– ha fortalecido a las Cortes Islámicas. Las Cortes han llamado a combatientes extranjeros a que vengan a luchar a Somalia una “guerra santa” contra Etiopía. Los residentes de la línea costera de casi 3000 kilómetros de largo de Somalia han informado haber visto a cientos de futuros soldados entrar al país en las últimas semanas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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