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La distensión viene de la mano de la violencia y los arrestos selectivos. Esa parece ser la tendencia, ahora, en el conflicto en Medio Oriente. Ayer, una adolescente palestina que estaba en su casa murió cuando fue alcanzada por disparos efectuados por colonos judíos luego de velar a sus familiares, muertos en el ataque del viernes cometido por palestinos en Hebrón. El ejército israelí arrestó ayer a Hussein Abú Kweik, el segundo de Salah Shehade en Hamas en Cisjordania, que había sido asesinado hace dos semanas. Mientras el ministro sin cartera David Levy renunciaba a su cargo en el gobierno israelí por falta de presupuesto para su área, ayer los responsables de economía de Israel y la Autoridad Palestina (AP) se reunieron para acordar el traspaso de fondos que Israel mantiene retenidos y que corresponden a la AP. El premier israelí Ariel Sharon ordenó “facilitar todo lo que se pueda la vida cotidiana de los palestinos en los territorios ocupados”.
Nevin Mussa Jamjum, de 14 años, murió de un disparo en la cabeza cuando estaba en el balcón de su casa, cerca de la Tumba de los Patriarcas, informaron fuentes del hospital Ahli. Su hermano resultó herido leve, hubo otros dos heridos por bala, un muchacho golpeado, otro apuñalado y una familia de seis palestinos golpeada. Los colonos hirieron además a muchas personas más, entre ellas 15 policías israelíes. Según una fuente militar israelí, la furia se desató cuando los palestinos lanzaron piedras contra los colonos, que acudían al funeral del sargento Eliezer Leibowitz, de 21 años, un colono de Hebrón enterrado por la mañana en el cementerio judío de la ciudad. Leibowitz y otros tres colonos murieron cuando cayeron en una emboscada de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, grupo armado vinculado con el movimiento Al Fatah del líder palestino Yasser Arafat.
En Ramalá, cinco miembros de Hamas fueron arrestados, entre ellos Abú Kweik. Luego del asesinato de Salah Shehade el martes pasado, Kweik era el más alto jefe militar de Hamas en Cisjordania, y ya había sobrevivido a un ataque del ejército israelí el año pasado. Se supo que emisarios de Arafat negocian con Hamas que se abstengan de vengar la muerte de Shehade y el arresto de Kweik para que, según fuentes oficiosas palestinas, Israel cumpla su promesa de aliviar la situación económica de los palestinos. Y en diferentes operaciones en toda Cisjordania, el ejército israelí detuvo a diez integrantes de la otra organización islámica palestina, Jihad Islámica.
En el plano diplomático prosiguieron los contactos. El ministro palestino de Finanzas, Salam Fayad, se reunió con el director del ministerio israelí homólogo, Ohad Marani, para ultimar la transferencia de una parte de los fondos adeudados a la AP. Fayad se reunirá hoy con su homólogo israelí Silvan Shalom, en el primer encuentro de alto nivel desde el ataque aéreo israelí del 22 de julio contra Gaza en el que murió el líder militar de Hamas y otras 14 personas, entre ellas 9 niños. Ayer se acordó la transferencia de 15 de los 460 millones de dólares que Israel adeuda a la AP en su condición de agente de retención de impuestos y tasas aduaneras.
Además, Sharon ordenó al ejército “facilitar la vida diaria de los palestinos no implicados en el terrorismo”, indicó la presidencia del Consejo israelí en un comunicado. Según ese texto, Sharon propone una reducción de las horas de toque de queda, el levantamiento parcial de los retenes militares y un alivio de las condiciones de ingreso a Israel para los comerciantes y los empresarios palestinos.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, anunció que se reunirá con una delegación palestina a principios de agosto en Washington para discutir las reformas en materia de seguridad. Arafat anunció ayer la creación de un Consejo de Seguridad Nacional para coordinar los pasos de la AP en defensa y política interior y exterior. La creación de dicho organismo se producirá en las próximas 48 horas y estará formado por cinco miembros del gobierno y de los cuerpos de seguridad. Dentro de la política interna israelí, Sharon perdió ayer al partido Gesher, al renunciar David Levy a su ministerio en protesta por las reducciones de presupuesto en el área social para hacer frente a la costosa operación militar en Cisjordania y Gaza. Además, dijo Levy, ya no veía “un horizonte político” para él en la alianza con Sharon.