EL PAíS › DANIEL SCIOLI, PRECANDIDATO
Esperando “propuestas” para ver con quién vamos
Es secretario de Turismo y, aunque da vueltas y vueltas para admitirlo, es candidato a jefe de Gobierno porteño. Busca aclarar lo que “realmente” quiere hacer con los cartoneros, pero en el fondo cree que el problema sólo lo arregla la reactivación. La interna del PJ y su relación con Menem.
Por Santiago Rodríguez
Si Daniel Scioli no anunció aún con todas las letras que peleará la jefatura de gobierno porteño es por una cuestión formal. “Yo manifesté mi voluntad de ser candidato del PJ y lo reafirmo”, dice, pero al mismo tiempo agrega que “no se pueden oficializar candidaturas de elecciones que todavía no han sido convocadas” y que, además, no quiere distraerse “ni un minuto” de su gestión en la Secretaría de Turismo y Deporte. Lo que también queda claro durante su diálogo con Página/12 es que pretende encabezar un peronismo unido, sin distinción de duhaldistas y menemistas y es por eso que evita definirse por Carlos Menem o por José Manuel de la Sota. “Más que hablar de los candidatos hay que esperar sus propuestas”, es el argumento de circunstancia al que apela para no enemistarse ni con unos ni con otros. De la ciudad de Buenos Aires comenta que “hay muchas cosas por mejorar”, pero no entra en mayores detalles, salvo para explicar que su opinión sobre los cartoneros fue malinterpretada y que su intención es darles “un trabajo digno” en la industria del reciclaje de residuos.
–Usted viene hablando como candidato a jefe de gobierno porteño pero no oficializa su postulación, ¿se va a presentar a la elección o no?
–No se pueden oficializar candidaturas de elecciones que todavía no han sido convocadas. Lo que sí manifiesto es mi voluntad de seguir trabajando en el distrito porque estoy convencido de que hay que mejorar muchas cosas y cuando uno aspira a mejorar las cosas, quiere hacerlo desde el lugar más ejecutivo posible, que en el caso de la ciudad de Buenos Aires es la gobernación. Muchos sectores del justicialismo porteño y gobernadores con los que he hablado me han dado su respaldo. Ahora, como siempre, soy muy claro: hoy tengo esta gran responsabilidad para la cual me ha convocado el presidente Eduardo Duhalde para ayudar desde el Turismo y el Deporte a revertir esta situación, veo los resultados en cuanto a generación de empleo y reactivación de la economía del plan que implementamos y entonces no pienso distraerme un minuto de los temas que tengan que ver con mi gestión. Además, como dice la ley y reclama la gente, las campañas deben ser acortadas al máximo.
–O sea que su candidatura está en stand by hasta que se convoque a elecciones.
–Yo manifesté mi voluntad de ser candidato del PJ y lo reafirmo. Nunca le saqué el pecho a ningún desafío ni a ningún compromiso; mi vida es testimonio de eso. Siempre me van a encontrar en la lucha y el compromiso y no preservándome. De hecho, mi participación activa en este Gobierno fue a partir de mi convicción de que estamos en un momento en que hay que poner el hombro, trabajar mucho y apoyar a Duhalde para que termine su gobierno de la mejor manera posible.
–A propósito de eso, ¿cómo la lleva siendo un dirigente que surgió de la mano de Carlos Menem ahora que trabaja con Duhalde en medio de la puja entre uno y otro?
–Me considero un dirigente del conjunto del justicialismo. De hecho, tengo muy buena relación con los referentes del partido y aún en los peores momentos de la relación Menem-Duhalde hubo mucho respeto y buena relación con Duhalde.
–Usted dijo que aspira a ser candidato del conjunto del peronismo. ¿Eso incluye también a Mauricio Macri, Gustavo Beliz y Rafael Bielsa?
–Lo que pasa con Macri es que si empieza su carrera política y no va por dentro del justicialismo es porque evidentemente no quiere estar en el partido. Lo mismo el caso de Bielsa, y Beliz tiene su propio partido. Lo que pienso es que los dirigentes que son y se sienten peronistas deberían participar dentro del proceso interno del partido. Algunos creen que es un contrapeso ir con el PJ, pero yo lo reivindico: ingresé a la política en el justicialismo, con el justicialismo les gané en el ‘97 a Cavallo y a Beliz juntos, y en las últimas elecciones saqué prácticamente los mismos votos del ARI. Cuando el justicialismo se pone a trabajar de cara a los problemas y las soluciones de los porteños, obtiene el apoyo de losdistintos sectores de la comunidad; cuando se enrieda sólo en cuestiones internas, no.
–¿No le preocupa justamente quedar atrapado en las disputas internas?
–No porque mi estilo ha sido siempre constructivo y de priorizar fundamentalmente las ideas y las propuestas. Además, si hay diferencias se dirimirán en internas y listo.
–Hablando de internas, Kelly Olmos estuvo esta semana con Menem y anunció su candidatura como representante del menemismo...
–Es una dirigente que respeto mucho y que tiene demostrada capacidad. Sé que tiene una muy buena relación con Menem y, bueno, es una posición.
–Usted también tiene una buena relación con Menem. De hecho, era de los pocos que lo visitaban habitualmente durante su detención en Don Torcuato.
–En la Capital Federal hay que hacer el esfuerzo para que el justicialismo tenga autonomía y converjan la mayor cantidad de expresiones partidarias. El justicialismo unido y ganador en Capital Federal ayuda mucho al candidato a presidente y cualquiera que lo sea en nombre del partido va a querer un justicialismo unido y competitivo.
–¿Cuál es su candidato: Menem o José Manuel de la Sota?
–De la Sota todavía no ha dado a conocer su propuesta. Voy a apoyar a aquel que atienda las prioridades de la agenda política, que hoy en día son la producción y el empleo con estabilidad y crecimiento. Ese es el desafío del próximo presidente, y quien encarne mejor eso va a tener el apoyo de la gente. Más que hablar de los candidatos hay que esperar sus propuestas.
–¿Las elecciones en la ciudad deberían ser simultáneas con las presidenciales o diferidas?
–Escuché a algunos que se quejaban y lo acusaban a (Aníbal) Ibarra de querer meterse debajo de la pollera de (Elisa) Carrió... no hay que subestimar al electorado porteño, que ha madurado mucho y es cada vez más exigente. La gente sabe cuál es la boleta de presidente y cuál la de la ciudad y además no hay que verlo desde un punto de vista egoísta y de conveniencia: por ahí, la gente está pidiendo de votar también lo antes posible en la ciudad para darle respaldo nuevamente a Ibarra o votar otras opciones que se presenten.
–¿Cuál es su candidato a vencer: Ibarra o Macri, con quien seguramente disputará una misma porción del electorado?
–La ciudad se quedó a mitad de camino entre el municipio y la posibilidad que le dio la autonomía. Primero hay que elegir gobernador de la ciudad porque definitivamente tiene que tener una entidad fuerte de gobernación. En ese sentido, los mismos ejes que antes mencionaba a nivel nacional deben ser bajados a la ciudad y quien mejor describa la ciudad que vamos a tener a partir de la nueva gestión será el que la gente va a apoyar.
–Usted dice que hay cosas por mejorar en la ciudad. ¿Cuáles?
–Hablemos de un tema de actualidad, el de la limpieza y los cartoneros, que fue interpretado absolutamente de otra manera. Lo que digo es que hay que encontrarles a estas familias un trabajo y darles un encuadre legal para su propio bien y el de la convivencia de los porteños. La ciudad debe tener un sistema moderno y organizado de recolección de basura en el cual, como en las grandes capitales, haya bolsas de residuos para cartones, papeles y vidrios, que tienen un importante valor económico. ¿Por qué ha proliferado tanto este negocio? Porque con el aumento del dólar hay una brecha muy grande entre el precio que se está pagando para traer cartón importado y el que se puede reciclar. Este es un tema a solucionar y me parece bien ver a partir de la polémica una clara voluntad política de hacerlo. Lo que estoy pensando es ver cómo se hace para contener a esta gente, no expulsarla, y darle un trabajo digno en una industria como el reciclaje de residuos, que debe ser formal y legal como cualquier otra.
–Más que por el aumento del dólar, la proliferación de los cartoneros es una consecuencia de los altos niveles de pobreza y desocupación.
–Por eso digo. Debe haber una rápida reacción para dar una respuesta y no enfrentar a los vecinos con estas familias que tienen problemas para sobrevivir y tienen que salir a buscar el pan de cada día en esas condiciones. Otro gran tema, y que genuinamente va a resolver estos problemas, es el de los nuevos perfiles productivos que va a tener esta ciudad y ahí sí entran claramente las cuestiones del turismo, la actividad cultural, los servicios. Desde la Secretaría de Turismo estamos haciendo, por ejemplo, con la Secretaría de Cultura, un plan muy amplio para la ciudad en lo que tiene que ver con ambas áreas. También hay que reactivar los planes de vivienda, la obra pública, descomprimir el tránsito en las vías principales ampliando la red de subterráneos.
–¿Se ve sentado en el sillón de jefe de gobierno porteño?
–La verdad, yo sé que hoy estoy acá. Mi propia vida me ha enseñado a ser así: un día estaba en un podio de una carrera recontento y al día siguiente me encontré con un brazo menos, mi lancha perdida... La vida me dio golpes muy duros, cosas muy fuertes y me enseñó a no poner esfuerzos más allá de las cosas que uno sabe que puede hacer y controlar.