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@En la antesala a la asunción de Alvaro Uribe, el próximo 7 de agosto, comenzaron a plasmarse sus objetivos de mano dura contra la guerrilla: ayer llegó el anuncio de parte de la ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, de que el nuevo gobierno llamará a los reservistas de las fuerzas de seguridad “para combatir el narcotráfico y el terrorismo”, atendiendo a la recomendación que hiciera el jueves Anne Patterson, embajadora estadounidense en Bogotá. En los días previos a la toma de mando la policía prevé más atentados, especialmente de parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que ya intentaron ataques contra Uribe en el pasado y actualmente mantienen amenazadas a las autoridades del país para que renuncien. Se sospecha que estuvieron detrás del ataque con coche-bomba ocurrido ayer en Cali, que no registró víctimas ni heridos.
En declaraciones a radio Caracol de Bogotá, la ministra Lucía Ramírez aseguró desde París –donde es embajadora del gobierno saliente de Andrés Pastrana– que el pie de fuerza del Ejército y la Policía será aumentado con la convocatoria de los reservistas y el alistamiento de nuevos soldados profesionales. Este anuncio vino a posteriori del que hizo la embajadora de Estados Unidos en la capital colombiana, Anne Patterson, el jueves pasado sobre la necesidad de aumentar a las fuerzas militares y la policía en “su tamaño y su profesionalismo”, lo que “puede exigir mayor utilización de la reserva”.
El presidente electo Alvaro Uribe ya anunció su intención de fortalecer las fuerzas militares para combatir a las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los grupos paramilitares, y financiar el gasto militar con más impuestos y un drástico plan de ajuste fiscal. Tras conseguir la silla presidencial, Uribe salió en busca de apoyo de Estados Unidos y Europa en el conflicto colombiano. En este aspecto, la ministra Ramírez descartó la presencia en Colombia de tropas extranjeras para combatir a los grupos armados ilegales del país y demandó de Estados Unidos y la Unión Europea “mayor ayuda militar tanto en armamento, tecnología e inteligencia para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”.
En tanto, presuntos miembros de las FARC activaron un coche-bomba en la ciudad colombiana de Cali, dijo la policía, tras relacionar ese hecho con una serie de ataques previstos para los días previos a la sucesión presidencial. El comandante de la policía metropolitana de Cali, general Luis Rodríguez, señaló, igualmente, que se trata de una represalia de las FARC por las capturas de dos hermanos de jefes de esa organización. El vehículo estalló en una zona céntrica de Cali, próxima a oficinas gubernamentales, sin dejar heridos o víctimas fatales. Horas antes, estalló un petardo en el municipio de Soledad, Barranquilla, que dejó dos personas heridas.