EL MUNDO › DURAS CRITICAS A LIONEL JOSPIN DE UNA DE SUS EX MINISTROS
La digestión pesada de la derrota
Por Eduardo Febbro
Toda derrota tiene un culpable y alguien que lo denuncia. A lo largo de 150 páginas prolijas, Marie-Noëlle Lienemann, ex secretaria de Estado de Vivienda en el gabinete socialista del ex jefe de gobierno Lionel Jospin (1997-2002) y animadora de la corriente “la izquierda socialista” en el seno del PS, es la primera figura de la izquierda francesa que sale a arreglar cuentas con el ex primer ministro luego de la estrepitosa derrota sufrida por Jospin en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de abril y mayo pasados. En un libro titulado Mi parte del inventario, Lienemann critica a Jospin en todo los registros. Según la autora, a Jospin “no le alcanzaba lo que era para ser presidente”, tanto más cuanto que, agrega, el candidato socialista “daba la impresión de tener un ego hiperestrofiado” y es “un pesimista rodeado de autistas”.
La dirigente socialista no escatima dardos contra quien encarnó todas las esperanzas de la izquierda plural durante los últimos siete años. Marie-Noëlle estima que, para Lionel Jospin, lo más importante fue “siempre la idea que tenía de sí mismo”, y lo acusa de carecer de “un sentido de síntesis política y de carisma” y de no tener el más mínimo “contacto directo con el pueblo”.
La intención de dar un golpe “fatal” a la figura del ex primer ministro queda de manifiesto desde el título del libro. La palabra “inventario” es todo una emblema en la historia del socialismo francés y, más particularmente, en la historia personal de Lionel Jospin. En los momentos menos felices de la segunda presidencia del difunto presidente socialista François Mitterrand, Lionel Jospin –comprometido en la reconstrucción del Partido Socialista– reivindicó el “derecho” a llevar a cabo “un inventario” de la acción política de Mitterrand. Es ese mismo “inventario”, con el cual Jospin tomó distancias frente a Mitterrand, el que hoy le cae encima como una guillotina. Marie-Noëlle Lienemann va hasta poner en tela de juicio la manera en que Jospin se retiró de la vida política tras su derrota en las presidenciales. Humillación suprema para el ex jefe de gobierno, la dirigente socialista lo compara con Mitterrand y se pregunta “¿qué hubiese hecho François Mitterrand en una situación semejante?”, a lo cual responde: “No tengo la más mínima duda. Mitterrand no le hubiera dejado el campo libre a la derecha”.
Fuera de los virulentos ataques personales contra Lionel Jospin, el libro de Marie-Noëlle Lienemann no hace sino reflejar la guerra en el seno del PS. Esta enfrenta a dos campos: la llamada “izquierda socialista” partidaria de un socialismo puro, de políticas sociales claras y de un distanciamiento con el liberalismo y la globalización; y el polo del “socialismo liberal”, encarnado por los dos ministros de Economía de Jospin, Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn. Ambos están acusados de haber “programado” la derrota de abril y mayo al haber convencido a Jospin de aplicar una política más cercana al socialismo revisionista liberal del premier británico Tony Blair que del socialismo francés. En ese contexto, la ex secretaria de Estado recuerda con “dolor” la noche en que Lionel Jospin confirmó su candidatura a las elecciones presidenciales, diciendo: “Mi proyecto no es socialista”. Lienemann escribe al respecto: “Recibo esa fórmula como una cachetada. Parece que había como una vergüenza en reivindicar una idea que hace toda la grandeza de nuestro compromiso, de nuestra historia y de nuestro partido”.
La publicación del libro de Marie-Noëlle Lienemann interviene en momentos en que el PS prepara la cumbre socialista del verano, el próximo29 de agosto. Públicamente o a puertas cerradas, los socialistas franceses buscan una línea política capaz de “restaurar” su herido destino.