El marino no dio tiempo a que sus adversarios desenfundaran. Apenas aterrizó en Colombia, Michael Mullen, el jefe del ejército de Estados Unidos, descargó su artillería pesada sobre la guerrilla y el presidente venezolano Hugo Chávez. “Las FARC son una organización embarcada en actividades terroristas, en secuestro, en narcoterrorismo, y el apoyo estratégico para una organización así no es una ayuda”, sentenció. Luego criticó la compra de armas de Venezuela, país al que consideró desestabilizador. El militar visitó ayer Bogotá para reforzar la cooperación bilateral entre los dos gobiernos y revisar la lucha contra el narcotráfico en Colombia, donde consideró que fue un éxito. Las declaraciones de Mullen se produjeron días después de que tres legisladores demócratas propusieran conversar con las FARC. En tanto, el Departamento de Estado norteamericano también hizo un balance positivo de su programa en el país sudamericano, en sintonía con la opinión expresada ayer por el gobierno del mandatario colombiano, Alvaro Uribe.

Mullen había ido a Bogotá para repasar el impacto de la ayuda económica de Estados Unidos a ese país, uno de sus principales aliados en la región. Sin embargo, el oficial no tuvo problemas en aprovechar su viaje para despacharse con dos adversarios de Uribe: la guerrilla y Chávez. “No creo que ayude a la estabilidad regional, ni a la seguridad a largo plazo. Este tipo de apoyo es una preocupación para mí como para Estados Unidos”, afirmó en referencia a la relación entre Caracas y las FARC, que Washington percibe como una cooperación.

Pero eso no fue todo. El gran jerarca de uno de los mayores ejércitos del mundo se mostró disgustado ante la creciente compra de armamento por parte de Caracas, un hecho que también ha despertado críticas de la oposición en Brasil. “El impacto de esas adquisiciones militares y la retórica que el señor Chávez ha reiterado con esas compras a futuro no ayudarían a una región próspera y estable”, dijo Mullen. En cuanto a las reiteradas denuncias que hizo Chávez, de que organismos secretos de Washington y Bogotá pretenden asesinarlo, tanto Washington como Colombia le bajaron el tono ayer. “No existen pruebas”, afirmó, opinión que luego fue secundada por el titular colombiano de Defensa.

En cambio, el Plan Colombia suscitó la satisfacción del almirante. “Pocos programas han logrado tanto tan rápidamente”, dijo. La iniciativa fue implantada en el 2000 por el presidente colombiano Andrés Pastrana y el norteamericano Bill Clinton para combatir el narcotráfico y la insurgencia en el país sudamericano. Desde entonces la Casa Blanca le ha asignado unos 4000 millones de dólares.

Pese a que algunos analistas aseguran que las plantaciones y el narcotráfico han aumentado en Colombia, Estados Unidos cree que el programa ha sido un éxito hasta ahora. “He examinado en algún detalle lo que se ha logrado aquí y me emociona mucho, admiro los resultados”, sostuvo Mullen. Asimismo, el militar destacó el vínculo entre Washington y Colombia, y la experiencia de Bogotá para combatir a la guerrilla. “Tenemos lecciones que debemos aprender de su experiencia en contrainsurgencia”, agregó.

Mientras tanto, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, rechazó manifestarse sobre la posibilidad, anunciada por una radio local, de una inminente liberación de alguno de los tres ciudadanos estadounidenses rehenes de las FARC. En cambio, prefirió subrayar los supuestos logros de Uribe, en momentos que organizaciones de DDHH y medios denuncian el asesinato de más de 11.000 personas por el ejército y paramilitares entre 2002 y 2006. “La capacidad de las FARC para moverse por el territorio que controlan se redujo enormemente”, sentenció. Por si quedaran dudas de la importancia que tiene en estos momentos Bogotá para la Casa Blanca, la jefa de la diplomacia norteamericana, Condoleezza Rice, anunció que viajará a Colombia en las próximas semanas.