Jueves, 24 de enero de 2008 | Hoy
EL MUNDO › EL PREMIER ITALIANO PODRIA DIMITIR ANTES DE LA VOTACION CLAVE
Por Laura Lucchini *
desde Milán
En una sesión muy tensa, el Parlamento italiano confirmó ayer su confianza en el primer ministro Romano Prodi con 326 votos a favor y 275 en contra. Sin embargo, la prueba decisiva, la que decidirá si Prodi sigue o no al frente del Ejecutivo, está prevista para esta noche en el Senado, donde las apuestas no favorecen al gobierno. Incluso se especula que Prodi, que se reunió por sorpresa con el presidente Napolitano, ya sólo piensa en dimitir para evitar la humillación pública. Prodi lleva 20 meses al frente del Ejecutivo.
Ayer fue el día de especulaciones en Italia. En los diarios y en la televisión, una cascada de números, esquemas y escenarios posibles en el Senado representaban la crisis. A pesar de que los senadores vitalicios han confirmado su apoyo a la coalición de centro izquierda, parece muy difícil que Prodi pueda llegar a reconstruir la mayoría en la Cámara alta que saltó por los aires con la salida del gobierno del partido democristiano Unión Demócratas para Europa (Udeur), que dejaba al Ejecutivo con 155 escaños contra los 156 de la oposición. Para peor, ayer dos de los tres senadores del Partido Liberal Demócrata, de Lamberto Dini, anunciaron que hoy votarían en contra del Ejecutivo, lo que complica aún más la situación de Prodi.
Nadie sabe con exactitud qué es lo que se dijeron Prodi y Napolitano en la reunión de media hora mantenida ayer, pero las agencias Ansa y RadioCor aseguraban, citando a fuentes gubernamentales, que “Napolitano ha sugerido a Prodi que reflexione sobre la posibilidad de no someterse al voto de confianza del Senado”, dado que no tiene mayoría en esta Cámara y lo más probable es que pierda la votación. Si Prodi no logra la mayoría o decide dimitir antes de la votación en el Senado, el presidente Giorgio Napolitano tendrá que elegir entre designar un gobierno técnico de transición o convocar elecciones anticipadas.
Napolitano cree que no tiene sentido ir a las urnas sin reformar la ley electoral que acaba con la dictadura de los partidos pequeños que paralizan la política. Así que es probable que deje el Ejecutivo en manos del presidente del Senado Franco Marini. También Pier Ferdinando Casini, líder del partido de la oposición, la Unión de los Demócratas Cristianos (UDC), apoya esta salida a la crisis. La reforma electoral ha sido pensada para dar estabilidad política al país e impedir que partidos que tienen tan sólo el 2 por ciento de los votos, como el Udeur, bloqueen arbitrariamente las decisiones políticas.
Por otro lado, otros partidos de la oposición, como Forza Italia (del ex primer ministro Silvio Berlusconi) y Alianza Nacional, esperan que haya elecciones anticipadas, puesto que los sondeos aparecidos ayer daban al centroderecha una ventaja de 10 y 12 puntos en caso de que las elecciones se celebraran ahora.
En la improbable hipótesis de que el gobierno logre hoy ganar la moción de confianza en el Senado, se presentará otro problema fundamental, el del apoyo político a la coalición, ya que la mayoría numérica lograda con los senadores vitalicios no corresponde a una mayoría política y no se puede seguir así el resto del mandato. En este caso, Prodi apuntaría a la formación de un nuevo gobierno con una nueva mayoría y una misión limitada en el tiempo. Es decir, hasta la aprobación de la reforma electoral para convocar elecciones en 2009.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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