EL MUNDO › OPINION
La luz en el fondo
Por Tarso Genro *
El elemento más vigoroso del contexto político actual es una dependencia absoluta para la estabilidad política de los capitales a corto plazo, para que la máquina estatal continúe en funcionamiento. A qué lugar nos lleva tal dependencia y a qué relaciones sociales nos conduce tal camino es un interrogante fundamental que podrá determinar lo que podrá hacer Lula una vez que sea electo presidente.
Hasta el domingo, había dos ensayos de oposición a lo que Fernando Henrique Cardoso intenta ofrecer. Uno de ellos carecía de organicidad, no estaba aglutinado en torno a un partido hegemónico, y hasta podía derivar en algo de cuño autoritario. Esta respuesta necesitaba por momentos aliarse con una cierta oligarquía más conservadora que respaldó el proyecto de Cardoso.
Un segundo ensayo, una vez configurado mediante una política de alianzas, responde a un programa de centroizquierda. Este programa podría asumir que es posible una sustitución exclusivamente “por debajo” del actual bloque de poder, o sea, intentar una opción que descarte a varios sectores empresariales apelando sólo a las clases populares. Sin embargo, descartar a vastos sectores empresariales que estaban hasta hoy con Cardoso, pero que ciertamente tendrán un papel productivo fundamental en otro modelo económico, debilita en realidad nuestra relación con “los de abajo”, que saben de dónde vienen sus empleos y el papel que la iniciativa privada tiene en el crecimiento económico.
Se trata de la posibilidad de un nuevo contrato social político en su dimensión “mínima”: una salida claramente negociada, que busca el aislamiento del lucro especulativo y de las antiguas oligarquías patrimonialistas, de norte a nordeste, en beneficio del pueblo. Es una parada difícil la que estamos planteando. En parte, porque el sistema tradicional de alianzas de esta fase de la vida política del país ya fue superado. Empujado por la crisis económica, ante la falta de acuerdos entre las clases económicamente más fuertes del país, colapsó el viejo sistema de alianzas. Su falencia pudo no dejar un buen recuerdo, pero seguramente generó una confusión extraordinaria, a la izquierda y a la derecha, y sólo esta elección determinará hasta qué punto el nuevo cuadro de coaliciones fue positivo para la consolidación de la democracia del país.
* Ex alcalde de Porto Alegre y candidato a gobernador del PT para la segunda vuelta en Rio Grande do Sul.
Traducción: Mercedes López San Miguel.