La última prueba de vida del ex congresista colombiano Oscar Tulio Lizcano como prisionero de las FARC se conoció públicamente en abril de 2008 por parte de la senadora Piedad Córdoba. En la cinta el congresista pedía al gobierno colombiano de línea dura con la guerrilla que no utilizara la fuerza en un rescate militar.

El video había sido grabado en noviembre del año pasado, y se podía observar al político diciendo lo siguiente: “Soy un barco a la deriva que me hundo con las luces prendidas. Hola mi linda barquerita, esposa mía, mira a tu fierita que aún vivo está”. En la grabación se podía ver a Lizcano rodeado por cuatro guerrilleros empuñando fusiles y con una bandera de Colombia en el fondo. Entre los mensajes del político hubo un pedido al presidente venezolano Hugo Chávez para que intercediera en su liberación. “Comandante Chávez, haga como un buen soldado de Bolívar, lo imposible para sacarnos de aquí, porque nos estamos pudriendo en estas selvas.” En otra escena del video, Lizcano también se dirigió al presidente de Colombia Alvaro Uribe, con una solicitud expresa para que no emplee la fuerza militar en el rescate de los secuestrados. “Presidente no insista buscando con nosotros una victoria militar. Acuda a una solución humana, lo más pronto posible”, señalaba de manera casi desesperada.

Según dijo ayer el carcelero “Isaza”, la presión y el bloqueo a que los sometió el ejército lo llevó a tomar la decisión de escaparse junto al senador de 63 años, agregando que su comisión (al frente de Aurelio Rodríguez) “está muy abandonada y no había otra alternativa”. El guerrillero (que lleva una venda sobre su ojo izquierdo tras haberlo perdido en un combate contra el ejército hace cinco años) señaló que el grupo no notó su ausencia enseguida, pero cree que “nos estuvo siguiendo tras la fuga”.