Estados Unidos y Europa no dudan a la hora de cuestionar la veracidad de las elecciones presidenciales iraníes, que le dieron la reelección a Mahmud Ahmadinejad. “La extensión del fraude es proporcional a la violencia de la reacción”, aseguró, dejando la diplomacia de lado, el presidente francés Nicolas Sarkozy. Desde Libreville, a donde viajó ayer para participar de los funerales del presidente gabonés Omar Bongo Ondimba, el mandatario celebró también el surgimiento de un movimiento opositor. “No es negativo contar con un real movimiento de opinión que trata de romper sus cadenas”, aseguró. Por su parte, su par norteamericano Barack Obama también se mostró escéptico del resultado difundido el sábado. “Tengo profundas preocupaciones sobre la elección”, aseguró. Pero a diferencia de su colega francés, Obama no se mostró tan esperanzado por el surgimiento de una voz opositora fuerte. “Creo que es importante comprender que la diferencia en términos políticos reales entre Ahmadinejad y Mussavi no es tal vez tan grande como se dice”, agregó el mandatario.