EL MUNDO
Otra familia pauperizada
La esposa del ex director de Enron, Kenneth Lay, aseguró ayer que su familia perdió una fortuna con el colapso de la compañía. Entrevistada por la NBC, Linda Lay sostuvo que su esposo es un “ser humano honesto y decente” y culpó a la prensa por el suicidio del vicepresidente de Enron. “Además de la casa donde vivimos, no tenemos nada”, sostuvo Lay. La esposa del directivo, de estrechos contactos con la administración Bush, dijo que su familia tenía todas sus inversiones en la compañía y que ahora están en la ruina. Cuando se le preguntó por los 300 millones de dólares que Kenneth Lay había cobrado en compensaciones y stocks en los últimos cuatro años, Lay dijo que no habían diversificado sus inversiones y que habían confiado en el Enron stock. “Se fue”, sostuvo la esposa del ejecutivo. “No queda nada. Todo lo que teníamos estaba principalmente en un paquete de acciones”, afirmó. Naturalmente, esto no es cierto: según informes judiciales, Kenneth Lay recibió 101 millones de dólares de ganancia por la venta de stock de Enron entre octubre de 1998 y noviembre de 2001. Mientras tanto, se ha abierto un nuevo frente: la intervención del activista de derechos civiles Jesse Jackson en defensa de los ex empleados de la firma quebrada.