España se sumó al grupo de países que expulsó a su embajador hondureño. Ayer, Madrid anunció que daba por terminada la misión diplomática de José Eduardo Martell Mejía, el hombre que oficiaba como embajador para España, Marruecos y Andorra. “España subraya que, al adoptar esta decisión, es coherente con el compromiso de la comunidad internacional de mantener la interlocución oficial con el gobierno constitucional de Honduras”, explicó el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, en un comunicado difundido ayer en la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington. Como adelantó Página/12, el embajador hondureño ante España era uno de los diplomáticos que el presidente depuesto Manuel Zelaya había vetado en las últimas semanas por ser considerado un simpatizante de los golpistas que lo sacaron del poder a la fuerza el 28 de junio pasado. Además de España, la Argentina, Chile, Estados Unidos y –próximamente– Costa Rica ordenaron la salida de sus embajadores hondureños por pedido expreso de Zelaya y de su canciller, Patricia Rodas.