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Entre sus primeras actividades, los 166 asambleístas tuvieron que escuchar un exhaustivo informe de gestión de dos horas ofrecido por el presidente Evo Morales, quien en dos ocasiones tuvo que pedirles paciencia antes sus signos de dispersión. Allí también estaban los invitados, que en algunos casos se retiraron apenas Morales terminó de detallar sus logros en cuatro años de gobierno. Fue el caso del paraguayo Fernando Lugo, quien no estuvo en Bolivia más de tres horas porque se recupera de una reciente operación de próstata. En su monólogo, el presidente se comparó con la administración de gobiernos “neoliberales” y destacó dónde debe poner fuerza hasta 2015 su nuevo gabinete, cuya conformación es aún misteriosa.

El presidente indicó que, entre 2002 y 2005, en Bolivia se generaron 228 mil puestos de trabajo. “En nuestra gestión fueron creados 413.757 nuevos empleos”, comentó. Y aseguró que el desempleo afecta al seis por ciento de la población, mientras antes de él era del 12 por ciento.

También destacó que su gobierno se empeñó en encontrar a los desaparecidos hace más de tres décadas. Es el caso de los nueve cuerpos de guerrilleros de Teoponte, asesinados por el ejército hace 39 años en el monte paceño, descubiertos con la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Morales afirmó que su gobierno luchó contra la esclavitud, vigente en varias estancias del Oriente. Según la Organización de los Estados Americanos (OEA), en el Chaco boliviano hay entre 500 y 800 familias guaraníes sometidas a servidumbre análoga a la esclavitud. “Hasta ahora, 150 familias fueron liberadas, pero aún siguen sometidos a esclavitud muchos hermanos indígenas. Vamos a continuar hasta librarlos a todos”, aseguró.

“En 1996 marchamos por la aprobación de la ley INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria) junto a los movimientos campesinos indígenas y logramos su aprobación”, contó.

Según Morales, antes de su llegada el gobierno el costo de saneamiento de una hectárea era de 10 dólares, porque el Estado tercerizaba la investigación para conocer el origen de las propiedades. “Ahora nos cuesta un dólar por hectárea. Es impresionante cómo antes se robaban la plata”, opinó.

Indicó que desde 1996 hasta su asunción, habían sido saneadas y tituladas 9.321.000 de hectáreas. Destacó que desde 2006 se llegó a sanear y titular 31.181.000 hectáreas.

De acuerdo con la ley INRA, si una parcela agraria no cumple una Función Económica Social (FES), es decir está ociosa, debe volver al Estado para que la distribuya entre familias sin tierra. Si se constata que en esa propiedad utilizan mano de obra esclava, las hectáreas vuelven automáticamente al gobierno. Hasta ahora, Morales ordenó la reversión de 450 mil hectáreas.

Las organizaciones indígenas y campesinas que apoyan al presidente consideran que aún hay mucho por hacer en cuanto a la distribución de la tierra. Por eso, muchas piden que el INRA quede bajo su conducción. Morales afirmó que hay 13 millones de hectáreas fiscales, mientras antes de 2005 sólo se contabilizaban 280 mil. “Ojalá nuestros hermanos en Argentina, España y Estados Unidos pudieran ser repatriados. Para ellos tenemos 13 millones de hectáreas libres de disponibilidad.”

El presidente evaluó que otro logro de su primera gestión fue la apertura de una agenda de 13 puntos para normalizar relaciones con Chile, cortadas desde 1978 y afectadas en 1879, cuando el país trasandino quitó el litoral marítimo que Bolivia tenía en el Pacífico. “Esperemos que con el nuevo presidente de Chile podamos continuar las negociaciones”, dijo.

Morales subrayó la importancia de instalar gas domiciliario, que hasta ahora sólo llega al 10 por ciento de las casas, paradójicamente en uno de los países con más reservas de gas en la región. También trabajará por ampliar la red de electricidad a las comunidades rurales y urbanas.

Comparó los ingresos al país por la venta de hidrocarburos. Dijo que entre 2002 y 2005, el Estado recibió 2456 millones de dólares. “Luego de la modificación de la ley de hidrocarburos y la nacionalización, recaudamos 8533 millones”, sostuvo.