Una explosión de júbilo recibió la noticia en Túnez, que el mes pasado inauguró las revueltas del mundo árabe con una insurrección que derrocó al presidente Ben Alí que gobernaba el país desde hacía 23 años. “¡Es fantástico! ¡Dos dictadores han caído en menos de un mes!”, exultó Nuredine, un estudiante de 23 años, en la capital tunecina. “¿A quién le toca ahora?”, preguntó su amigo Ahmed.

Miles de personas festejaron igualmente la revolución egipcia en Qatar, cuyo emir expresó su “respeto por la voluntad del pueblo egipcio y sus opciones”, según indicó un comunicado del Palacio. “Esto es positivo, es un paso importante hacia las aspiraciones del pueblo egipcio de lograr la democracia y reformas y una vida digna”, dijo el emir del consejo real.

La mutación política de Egipto también fue celebrada por Irán, enemigo jurado de Occidente, y por el movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna la Franja de Gaza. “La voluntad del gran pueblo egipcio doblegó la resistencia y persistencia de dirigentes dependientes de los poderes mundiales. Es una gran victoria”, dijo el canciller iraní, Ramin Mehmanparast.

Para Hamas, “la renuncia del presidente egipcio Hosni Mubarak es el comienzo de la victoria de la revolución egipcia”, dijo Sami Abu Zuhri, portavoz de grupo palestino Hamas. “Esa victoria fue el resultado de sacrificios y de la firmeza del pueblo egipcio”, añadió. “Llamamos al nuevo liderazgo egipcio a levantar el bloqueo sobre Gaza y a abrir el cruce fronterizo de Rafah permanentemente para permitir el libre movimiento de la gente y a fin de que se inicie el proceso de reconstrucción de Gaza”, sostuvo Abu Zuhri.

Centenares de habitantes de Gaza capital comenzaron a celebrar la caída de Mubarak y hacen sonar las bocinas de los coches, mientras que milicianos disparaban al aire insistentemente en señal de alegría, en tanto que otros distribuían dulces y golosinas entre la gente. “Felicitamos a los Hermanos Musulmanes en Egipto por la gran victoria”, decía por medio de un altavoz uno de los líderes de Hamas que lideraba la convocatoria.

“Hoy el tirano de Egipto ha caído y mañana el tirano de la Mukata (en referencia al presidente palestino y líder del movimiento nacionalista Al Fatah, Mahmud Abbas) caerá.

En la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, una multitud tomó las calles y simpatizantes de Hamas agitaban banderas verdes del movimiento para celebrar el anuncio de la dimisión de Mubarak. Mientras, las fuerzas de seguridad del gobierno de Hamas en Gaza se han desplegado en la frontera con Egipto para evitar posibles infiltraciones aprovechando la situación.

El secretario general de la Liga Arabe, el egipcio Amr Moussa, en declaraciones a la cadena de televisión Al Arabiya, dijo: “Espero que en el futuro se pueda construir un consenso nacional. Hay ahora una gran oportunidad y se ha abierto una ventana después de esta revolución blanca y tras la concesión del presidente”.

“El gobierno jordano siguió de cerca los acontecimientos históricos en la hermana República Arabe de Egipto y respeta profundamente la elección libre e independiente del pueblo egipcio”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores jordano.

En Libia, los comités revolucionarios del coronel Gaddafi felicitaron ayer al pueblo egipcio: “Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo egipcio y lo felicitamos por la victoria de su revolución.”